Durante las fiestas de fin de año la rutina cambia entre convivios, vacaciones y planear cómo se celebrará. Sin embargo, al iniciar enero se vuelve a la vida habitual, entonces se puede padecer de depresión pos-Navidad.
Dejar atrás los festejos y volver a la cotidianidad puede ser un golpe fuerte y es más común de lo que se piensa. Hay muchas personas a las que les cuesta recuperar el ritmo y la normalidad después de días especiales. La depresión pos-Navidad la sufren especialmente quienes tienen alguna dificultad para emprender un nuevo año, establecer nuevos objetivos o cambiar algunos hábitos.
Factores que la provocan
- Durante las fiestas suele gastarse más y en enero muchos se dan cuenta al analizar los gastos, lo cual provoca temor por no poder enfrentar todos los compromisos financieros.
- Haber alterado los hábitos alimenticios también aumenta la depresión y ansiedad por querer recuperar la figura.
- Si viajas, regresar de vuelta a tu vida normal, también afectará tu estado de ánimo.
¿Cómo superarla?
- Haz propósitos realistas: proponerse algo crea una presión en nosotros, por ello márcate retos alcanzables conforme a tus aptitudes.
- Reduce gastos: se debe gastar menos, pero de vez en cuando darse un gustito. No consumir deprime, así que debes organizarte bien sin que eso suponga eliminar los gustos.
- Constancia: lo que ayuda a conseguir los objetivos es ser constante y esforzarse por ellos. Afrontar los cambios como una nueva forma de vida.
- Recuperar tu peso: perder peso no tiene que ser aburrido ni pasajero, hay que adoptar cambios en la alimentación y hacer de esto un estilo de vida. Ponte un objetivo que puedas ir cumpliendo fácilmente para que no te deprima ver que pasa el tiempo y no lo consigues.
- Repasa los buenos resultados: el principal problema es que se comienza a pensar en todo lo que salió mal. Solventar el conflicto emocional puede depender exclusivamente de un cambio de perspectiva, por eso, repasa lo bueno para estar optimista.