Todo comenzó con poemas hacia su belleza. Hoy, el Mirador Juan Dieguez Olaverrí se encuentra en la cima del cielo, que es la inspiración de muchos poetas.
Sus cumbres alcanzan los 3 mil 837 metros de altitud. El nombre Cuchumatán se deriva de las palabras en el idioma mam: cuchuj (unir) y matán (con gran fuerza), que quiere decir “lo que fue unido con gran fuerza”. También existe otro significado, el cual surge de la palabra náhuatl kochomatlán, que significa “lugar de los cazadores de loros”.
Con un clima muy variado, el cielo de la Sierra de los Cuchumatanes demuestra la belleza del altiplano de nuestro país. Sus amaneceres son de los más hermosos e impresionantes que se puede presenciar en el territorio nacional.
A partir de los 3 mil 500 msnm, en ocasiones las precipitaciones pueden darse en forma de nieve, especialmente en época fría (noviembre a febrero).
¡Poemas al cielo!
Tu primer contacto será el viento frío, la magia de la plaza dedicada al poeta guatemalteco Olaverrí, ya que su inspiración surgía de la belleza del cielo guatemalteco. También, la cabaña vieja que alberga el amor hacia Huehuetenango y su patria.
¡Oh cielo de mi Patria!
¡Oh caros horizontes!
¡Oh azules, altos montes;
oídme desde allí!
La alma mía os saluda,
cumbres de la alta Sierra,
murallas de esa tierra
donde la luz yo vi!
Juan Dieguez Olaverrí, nació el 26 de noviembre de 1813 y falleció el 28 de junio de 1866. Obtuvo la licenciatura en leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala, los poemas surgieron al ser desterrado hacia México por el gobierno de Rafael Carrera.
El mirador se encuentra en uno de los lugares más altos de Guatemala, en donde se admira el amanecer colorido y sobre todo las vistas de los volcanes más altos de Guatemala.
Las nubes parecieran contar su historia, cada una tiene un poema, como un manto sobre el césped, la blancura de ellas te abraza para darte un caluroso saludo. El pasto verde y seco te demuestran la fuerza del frío, pero sin dejarte de acurrucar para que sigas contemplando la ¡maravillosa vista!
Su principal característica que atrae a cientos de turistas se encuentra en los volcanes Tacaná, Tajumulco y Santa María, cada uno de ellos te saludan desde su rinconcito, entre las imponentes montañas. Demuestra lo pequeño que es Guatemala, pero manteniendo una chispa de magia en sus alrededores.
Pero, no todo es belleza, la cabaña que guarda miles de historias, ha sufrido vandalismo. Esto ha deteriorado cada vez más su verdadera esencia e historia.
A pocos pasos de la cabaña, encontrarás nueve monumentos que sostienen los versos del poema dedicado a los Cuchumatanes. Juan Dieguez Olaverri, con sus palabras se mantiene allí, agradeciendo a cada visitante por ¡amar a Guatemala!
¿Cómo llegar?
Al salir de Huehuetenango, pasando por Chiantla, encontrarás la ruta hacia Todos Santos Cuchumatán, a los 12 kilómetros de ascenso, ubicarás este majestuoso mirador. Ahí disfrutarás de la mayoría de los volcanes más imponentes.
¿Te atreves este 2019 a conocer más sobre Guatemala?