El cáncer de seno afecta a una de cada ocho mujeres y aunque los síntomas pueden ser diferentes para cada persona, lo cierto es que llega sin avisar. Así fue para Ana Loraine Farrington, quien nunca imaginó que su vida cambiaría el día que sintió esos bultos debajo de su pecho.
Aunque en su familia existían antecedentes de cáncer, mas no de seno y visitaba a su médico para una revisión médica cada año, por su mente nunca pasó el hecho de recibir una noticia como esta. Todo sucedió durante un viaje en octubre de 2016. Recuerda que mientras descansaba, puso sus manos por debajo de sus axilas y fue en ese momento que sintió unos bultos, presintiendo que algo no estaba bien.
Al regresar a Guatemala decidió practicarse los exámenes médicos y fue cuando recibió la noticia: tenía cáncer de seno. “Uno lo presiente, sabe que algo no está bien en el cuerpo. Siempre me cuidé, le di de mamar a mis tres hijos, los tuve al tiempo que era, hice todo lo que los médicos le recomiendan a uno; pero cuando te toca, nada puede evitarlo”, asegura Farrington.
La bolita que había sentido estaba encapsulada, así que decidieron retirarla en noviembre del mismo año y comenzar tratamiento de quimioterapia y radioterapia el 27 de diciembre, luego de revisar todos los exámenes para ver qué tan agresivo era.
Lo primero que hice fue pensar que no quería asustar a mis hijos, así que decidí no decirles al comienzo. Realmente fue llevarlo un poco sola, pues mi mamá tampoco sabía; solo se lo conté a mi esposo y a mi hermano, quienes guardaron conmigo la noticia.
Cuando entra en tratamiento, es cuando decide compartir la noticia con los demás miembros de la familia. El procedimiento fue dividido en tres partes: primero fueron las quimioterapias, luego radiaciones y de nuevo las quimioterapias.
“Yo pasaba realmente con molestias y náuseas durante semana y media, luego de haber recibido cada tratamiento. Es una etapa donde las defensas están muy bajas y no se puede salir y tener una vida normal, porque con cualquier infección que se adquiera puedes morir”, asegura.
Antes de terminar la última etapa de su tratamiento muere la mamá Farrington, debido a un cáncer de pulmón, tras haber sido fumadora pasiva. “Fue bastante duro porque llevando yo el proceso, enferma mi mamá y era ella o yo; no podía estar con ella todo el tiempo, porque le diagnostican una neumonía bacteriana y no podíamos estar juntas”, resalta.
Dos años después puede contar su historia con gran alivio y alegría, siendo embajadora de la Carrera de Avon para poder inspirar a otras mujeres. “Uno se da cuenta de muchas cosas, es un agradecimiento a diario porque uno luego entiende lo que es estar sano y estar mal”, explica. Para Farrington, su vida cambió para siempre y llena de una gran actitud difunde su mensaje: “Vale la pena seguir adelante”.
Una carrera para conmemorar
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Avon organizará este evento con el propósito de crear conciencia acerca de la lucha contra el cáncer de mama, además de reconocer a todas las mujeres como Farrington, que luchan a diario para vencer esta dolencia.
Este 2019 serán 19 años de la carrera en las categorías de 5 y 10 kilómetros, y hasta el momento hay cinco mil personas inscritas. El objetivo también es poder decirles a todas las mujeres que es importante el autoexamen como prevención, ya que el cáncer de seno no tiene edad y cualquiera puede ser diagnosticada.
Asimismo, Avon tendrá la Expo Avon Belleza y Salud, que estará llena de eventos y actividades como zumba, talleres de maquillaje, cuidado de la piel, así como muchas sorpresas de las marcas patrocinadoras del evento.
La Expo será el sábado 9 de marzo, de 9:00 a 20:00 horas, en Fórum Majadas, y será el único día de entrega de número y tag chip.
Fuente: Ana Loraine Farrington de Escobar, representante de Avon; Stephanie Fauguier, www.avoncentroamerica.com
Foto: Osman Velásquez