Cuando decreten el fin del confinamiento tu mejor amigo otra vez estará solo en casa. ¿Qué hacer?
A los perros también les afecta los cambios bruscos de rutinas y horarios. El ser humano se ha tenido que acostumbrar durante mucho tiempo al confinamiento en casa, que aún conlleva en muchos países a realizar el teletrabajo.
Esto ha generado que las mascotas tengan que compartir mucho más tiempo con sus dueños. Sin embargo, ¿qué sucederá cuando deban de quedarse solos en casa?
Tu amigo peludo ya se ha acostumbrado a tenerte cerca todo el día. Por eso, mientras que todos desean que la pandemia se controle y recuperar la rutina diaria poco a poco, tu canino no estará feliz.
De vuelta a la rutina
Muchos perros se sentirán ansiosos cuando sus propietarios salgan de sus casas sin ellos, y lo pueden expresar de muchos modos: al ladrar durante horas, orinar en todos lados o destrozar los muebles.
Según Tomás Camps, etólogo de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) y director de Etovets, la tristeza que puede experimentar tu perro cuando de nuevo le toque pasar tiempo solo será similar a la que experimentarán muchos niños al regresar al colegio.
“Tras meses de estado de alarma, los niños se habrán desacostumbrado a ir a la escuela durante varias horas al día y a despedirse de sus padres cada mañana. El niño tendrá que volver a aprender o a acostumbrarse a quedarse solo, y lo mismo pasará con los perros”, explica Camps. Después de pasar todos los días juntos, ahora “el reto está en que vuelvan a estar solos sin sufrir, y evitar que sientan un trastorno de ansiedad por separación”, dice el etólogo.
Por otro lado, John Bradshaw, antroprozoólogo, o investigador de las interacciones entre humanos y animales, estima que casi la mitad de los perros que viven en un hogar occidental “sufren un problema real a consecuencia de quedarse solos” en un momento u otro de su vida; un inconveniente como apunta Camps.
Ansiedad
La ansiedad en tu perro puede implicar un detrimento en el bienestar de tu mascota; y los estudios confirman que también lo hace más propenso a sufrir determinadas enfermedades, como la dermatitis, incluso puede reducir su esperanza de vida. El problema puede prolongarse durante semanas, meses o años.
Igual que enseñas a tu perro a no hacer pipí en los sitios que no debe o a sentarse a cambio de un premio, también puede aprender a sobrellevar la soledad temporal. Y es bastante sencillo.
¿Cómo lo hago?
La clave está en empezar cuanto antes y practicar todos los días. Si tu amigo ya lo ha pasado mal o es adulto, le llevará algo más de tiempo; así que necesitas poner un poco más de tu parte.
Haz todo aquello que realizarías antes de irte de casa, “porque esos gestos se convertirán en señales para tu perro”. Él asociará esos movimientos, como coger las llaves de casa o ponerte el abrigo o los zapatos.
Reproduce toda la escena, después vuelve a colgar tu abrigo en el perchero y coloca las llaves en el mueble, vuelve a repetir todo el proceso.
Esta vez, puedes abrir la puerta y después cerrarla, así como volver a colocar todos tus objetos en su sitio. Esto ayudará a tu perro a que no hay nada que temer. Si tu amigo se angustia, necesitarás llamar a un experto en comportamiento canino.
La mayoría de los perros puede aprender esta asociación positiva entre tu ausencia y regreso bastante rápido.
Créale su espacio
“Dejar desde hoy mismo una habitación separada donde el perro tenga sus juguetes de olfato para favorecer que tenga actividades independientes dentro de casa sin que nosotros intervengamos”. De este modo, “aprenderá o recordará que la soledad es algo positivo, que se puede disfrutar”, señala el etólogo.
También puedes esconder premios o croquetas, poner puzzles de comida o sus juguetes perrunos caseros.
Estos juguetes sirven además para trabajar la escena de la puerta. Si cada vez que te preparas para salir, sacas sus juguetes, será más sencillo que tu perro lo asocie con una emoción positiva. “De este modo, aprenderá que los juguetes son otra señal de que nos vamos al trabajo, y que se va a quedar solo”.
Si esto se hace de manera progresiva, las posibilidades de éxito son altas. No funciona tan bien, advierte Camps, si lo hacemos de forma brusca.
Pero, hay algo del confinamiento que se podrá recordar: lo importante que ha sido tenerlos tan cerca. Ojalá que no se olvide lo valiosa que es tu mascota, y dedicarle más tiempo de calidad que se merece cuando se vuelva a la normalidad.
Con información de eldiario.es