Colaboración especial: Laura Menchú*
Carlos Arnoldo González Calderón es un reconocido acuarelista guatemalteco. Originario de Tiquisate, Escuintla. Aunque su niñez fue precaria, esto no fue impedimento para despertar en él la sensibilidad propia de los artistas; su idea inicial fue ser médico, luego pensó en ser arquitecto, pero la curiosidad e imaginación de niño lo llevaron a descubrir su verdadera vocación artística y querer ser un transformador de colores. Su idea surge al ver cómo el astro rey lo hacía con la naturaleza. El pequeño Carlos observó en un día de lluvia la influencia del Sol en los colores del paisaje de su pueblo, en la maduración de las frutas y en los matices que en ellas surgían. Más adelante, en su juventud y al participar formalmente en una exposición de arte, Carlos González decide utilizar un nombre artístico: Carlos Sol, formado de las últimas tres letras de su nombre. También se inspira en sus recuerdos de niñez, cuando se escondía bajo un árbol de mango para refrescarse del calor excesivo del sol de Tiquisate y por la frase que siempre le decían: “Ese como suda, como el Sol”.
Carlos nació el 16 marzo 1950 y es el mayor de ocho hermanos. Vivió en su tierra natal durante los primeros ocho años de su vida, en un terreno conocido como “Las Yardas”, lugar asignado para la vivienda de las familias de los trabajadores de La Frutera, como le llamaban coloquialmente a la conocida compañía bananera United Fruit Company. Según cuenta su hermana Eva Carola, Carlos inició sus estudios primarios en la Escuela Fray Bartolomé de las Casas, establecimiento financiado también por La Frutera, en Tiquisate.
La familia de Carlos emigró a la capital de Guatemala en 1958 y se instaló en un sector de la zona 13, lugar en el que ha vivido desde su traslado. Carlos continuó sus estudios primarios en la Escuela República de Bolivia, ubicada en las cercanías de los Museos de Arte Moderno y de la Escuela Normal para Varones, a una distancia aproximada de un kilómetro desde su casa. Su trajín diario hacia la escuela era a pie, junto con su hermana.
La responsabilidad de ser el hijo mayor y la posterior ausencia de su padre en el hogar llevaron a Carlos a ser el brazo derecho en la economía del hogar. Trabajó para apoyar a su madre y cursar sus estudios básicos en la jornada nocturna. Dentro de sus trabajos acarreó agua, fue ayudante de albañil haciendo adobes y aceptaba el puesto que fuera con tal de poder trabajar.
A sus 19 años de edad, en 1969, ingresa a la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP). Siendo aún un alumno, se destacó como acuarelista. Sus clases de acuarela eran los sábados, debido a que entre semana no se podía impartir el curso en la ENAP. El maestro Luis Álvarez citaba a los estudiantes, en Palín o Mixco, para trabajar paisaje al natural, por lo que su traslado era por cuenta propia. Carlos recibió cursos de grabado con Roberto Cabrera; además, fue seleccionado en el año 1976 por la OEA para participar en el taller de grabado en metal, impartido por Rodolfo Abularach, en Costa Rica.
Durante sus estudios, en el curso de Historia del Arte, conoció la vida de artistas europeos, pero quienes llamaron más su atención fueron los franceses: Edgar Degas, pintor y escultor, y Paul Gauguin, pintor posimpresionista.
El nacimiento del artista
Carlos participa en la primera exposición colectiva como estudiante en su primer año de estudios, la cual se realiza en el salón Enrique Acuña de la ENAP. La obra expuesta del “patojo”, como le llamaban sus maestros, llamó la atención del artista plástico y diseñador gráfico Marco Augusto Quiroa, quien, asombrado por la calidad y el trazo limpio de las líneas de la obra de Carlos, preguntó por él al entonces director de la ENAP, Max Saravia Gual, e inmediatamente le ofreció trabajo de dibujante en el área de diseño en una agencia de publicidad, aunque su salario laboral era la mitad de lo que ganaba en su anterior trabajo como ayudante de bodega. Fue en ese momento que su carrera artística inició.
En este ambiente cultural, Carlos Sol conoció a diversos artistas plásticos reconocidos ya en el ámbito cultural de la época, dentro de los que recuerda a: Élmar Rojas, pintor y arquitecto desde su faceta de conferencista; al pintor Manolo Gallardo, que recientemente había regresado de España; al muralista Juan Antonio Franco, al escultor Dagoberto Vásquez, al pintor y grabador Rolando Ixquiac Xicará, al acuarelista Alfredo Guzmán Schwartz y al pintor, grabador y músico, Enrique Anleu Díaz.
Posteriormente, la ENAP tuvo una participación cultural en oriente, nuevamente bajo la dirección de Max Saravia Gual, quien le dijo a Carlos Sol: “Patojo, habrá una exposición en una escuela de Jutiapa y usted es uno de los tres elegidos, con Spinelli”. Era la época del conflicto interno y de la opresión en Guatemala, por lo que el contexto social lo orillaba a pintar temas sociales con imágenes cadavéricas, como el mismo pintor Carlos Sol le llama.
Su primera exposición formal, bajo el seudónimo de Carlos Sol, fue en la galería de arte El Túnel, cuando sus instalaciones aún estaban ubicadas por la 12 avenida y 12 calle de la zona 1, en un área de la iglesia de Santo Domingo. Su continua producción artística lo lleva a participar en más de 20 exposiciones personales y más de 150 presentaciones colectivas en Guatemala y el extranjero. Carlos Sol fue ganador de certámenes artísticos. Dentro de sus reconocimientos se encuentran: el primer Premio de la Acuarela, Glifo de Plata, I Bienal de Arte Paiz 78, Glifo de Oro en categoría de dibujo “Más vale pájaro en mano”, Glifo de Oro en grabado “El nudo”, agencias de publicidad McCann Erickson, ganador del afiche. Exposiciones de obra itinerante Taipéi, China Glifo de Oro, España, Francia, Italia, China; Festival Internacional de la Pintura en Francia, El Salvador, México, New York 77; y su aporte para la exposición-subasta anual Juannio 1980-1990 fue cambiar la portada del catálogo a un diseño más artístico.
Los estilos pictóricos que identifican a Carlos Sol, son surrealista e impresionista, y las técnicas que maneja: óleo, tinta, acrílico y grabado.
Dentro de los aportes a la educación universitaria, Carlos Sol participa como tallerista con estudiantes de Diseño Gráfico en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la década de 1990. Desde su punto de vista como docente, Carlos Sol afirma que es importante la libertad del artista y el respeto a la forma particular que cada uno aplica a las diversas técnicas artísticas para el estudiante. Carlos Sol menciona que la aceptación personal del alumno, por el gusto artístico, es lo primordial para el posterior conocimiento de las artes plásticas.
La inspiración del artista se vio influenciada también por su esposa, Aura, a quien conoció desde los 15 años. Con respecto a Carlos Sol, ella lo define como un artista disciplinado y admirable, a quien su pobreza económica lo impulsó a salir adelante. Carlos pintaba sus ideas, sin importar el horario o los días de fin de semana. Ella comenta que la desigualdad y sufrimiento del pueblo de Guatemala “le afectó y por ello lo plasmó en algunas de sus primeras obras de arte”.
Carlos Sol posee el título universitario de Licenciado en Artes Visuales con especialización en pintura, otorgado por la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en el año 2009, y es parte de la primera promoción del proyecto universitario PLART, que reconoce a los artistas con experiencia profesional. Actualmente, es artista invitado de algunos eventos de arte en Guatemala, dentro de los que menciona: Funsilec, Junkabal y Juannio. Sin embargo, su asistencia a dichos eventos ha mermado por no compartir los lineamientos estéticos que envuelven el tema del arte conceptual. Algunas de sus obras de arte se encuentran en colecciones privadas, aunque de otras se desconoce el paradero. Su sobrino, Mario Solís González, se ha dado a la tarea de recuperar algunas de sus obras que se encontraban en diferentes galerías de arte de Guatemala, con el fin de resguardar el patrimonio artístico de su tío, como un reconocimiento a su desempeño profesional como artista plástico y a su ejemplo de vida.
La huella de Carlos Sol en el arte visual guatemalteco es invaluable, tanto en su trayectoria profesional por ser uno de los mejores acuarelistas destacados durante las décadas de 1970 a 1990, así como por su aporte académico en el área de Diseño Gráfico. Actualmente pinta para su colección personal, mientras escribe un libro de poemas. Su sensibilidad artística persiste en sus relatos de vida.
*Laura Menchú es licenciada en Artes Visuales con especialización en pintura.
Fuentes: Escuela Superior de Arte – Universidad de San Carlos de Guatemala. (2007). Carlos Sol. Exposición PLART 2007. Galería de Arte Saravia. (1996). Carlos Sol. Pintura Contemporánea de Guatemala. González, E. C. (27 de mayo de 2019). Mi hermano Carlos Sol. (L. Menchú) Mejía, M. (1998). Carlos Sol. Tres acuarelistas de Guatemala: Víctor Hugo Valenzuela, Juan José Rodríguez y Carlos Sol. Móbil, J. (2002). Historia del arte guatemalteco. Guatemala: Serviprensa, S.A. Sol, C. (23 de mayo de 2019). Conociendo a Carlos Sol. (L. Menchú). Solís Gonzáles, M. (26 de mayo de 2019). Rescatando las obras de Carlos Sol. (L. Menchú)