Buen Chico, el perro anciano que caminó y no encontró el camino de regreso a casa
Buen Chico o Terry es un perro anciano.
Hace dos meses y medio se le vio caminar en el Bulevar Justo Rufino Barrios.
Lento y con la mirada triste llegó hasta un local de ropa usada, en donde quedó afuera a descansar.
Se veía agotado, como si tuviera días de no comer, ni beber agua.
Los vecinos lo bautizaron como Buen Chico, por su comportamiento amigable.
Es un pastor alemán de edad avanzada.
Entre todos le dieron comida, incluso la dueña del local de ropa usada, le proveyó de una chumpa, en la cual dormía para resguardarse del frío.
El Albergue Municipal de Mascotas decidió que debían llevárselo para hacerle un chequeo médico y ver si era necesario darle un medicamento, ya que se veía desganado.
Por estar llenos en el albergue, le entregaron para cuidar a Buen Chico a la dueña del local.
Y el resultado de sus exámenes no dieron buenas noticias.
Le detectaron anemia y daño en el hígado y páncreas, por lo que el albergue solicitó a las personas de la zona 21, Incaparina, hígados de pollo cocido y Nestum trigo miel, además de medicamentos como el equilibrium ages y Hematopenta inyección u oral.
La gente comenzó a colaborar y Buen Chico se logró recuperar un poco, se animó más e incluso logró pararse.
Pero, cuando el perro se había adaptado a su nueva forma de vida en el Bulevar Justo Rufino Barrios y a su casi nuevo hogar en la venta de ropa, aparecieron sus dueños.
Dos personas que decían que Buen Chico era de ellos.
Que habían visto la información en las redes sociales y que ellos jamás lo abandonaron, que se les escapó de casa y lo buscaron durante dos meses, pero que no imaginaron que llegaría tan lejos, por lo que se lo iban a llevar.
Buen chico, resultó llamarse Terry, y al ver a uno de sus dueños no le despegaba la vista, su mirada lo reconoció inmediatamente.
El Albergue Municipal de Mascotas le hizo entrega del pastor alemán anciano a sus dueños y les pidió que le dieran su medicamento y lo llevaran a consulta para que se mantuviera bajo control en lo que le queda de vida.
Los perros ancianos requieren de un cuidado especial, ya que al llegar a la tercera edad, les cuesta caminar, no ven muy bien, escuchan poco, les ataca la artritis y sus huesos difícilmente logran sostener su cuerpo por la osteoporosis.
Así que si tu perro entra a la vejez, cuídalo y vigílalo porque podría salir de casa y perderse.
Fuente: Albergue Municipal de Mascotas
Foto: Albergue Municipal de Mascotas