Subió a lo más alto del podio y obtuvo el pase directo a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. Es la primera vez en la historia que un karateca nacional logra la hazaña y pase lo que pase, su nombre ha quedado escrito con letras de oro.
Pedropablo de la Roca tiene tan solo 16 años pero conoce a la perfección cómo lograr sus metas. Ha practicado el deporte al menos por una década. Es el mayor de tres hermanos y vive junto a su familia en Carretera a El Salvador.
Su hiperactividad obligó a los padres a involucrarlo en la disciplina, sin imaginar la trayectoria que comenzaría a consolidar. Es un joven delgado, de ojos brillantes y extrovertido. Inicia su rutina a las cinco de la mañana, luego asiste al colegio y por la tarde se dedica de lleno a sus dos exhaustivos entrenamientos en la federación, ubicada en zona 5.
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El karate es su vida, su segunda casa, su todo. Así lo describe, sin titubeos. El sensei Luis Solares lo introdujo a la faceta competitiva y siempre ha sido un ejemplo muy cercano. Lo entrenó desde pequeño y ahora son compañeros de selección. Sin duda, una pieza fundamental en sus logros.
En el 2012 ganó su primer oro en los Juegos Nacionales y pocos meses después viajó a su primera competencia en El Salvador. Su carácter, aptitudes y cualidades le han permitido celebrar cuatro títulos centroamericanos y del Caribe, dos primeros lugares a nivel panamericano y en el 2016 se posicionó como número uno en el ranking mundial de su categoría, -52 kg.
Disciplina, humildad, respeto a los rivales, obediencia, solidaridad y amistad son algunos de los valores que con el paso de los años se han acentuado en la vida de este joven atleta, quien jamás imaginó que este histórico día estaría en sus manos.
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Pedropablo es una persona alegre, un poco molestón pero pacífico y profesional. Trabaja en todo momento por alcanzar sus logros. Es admirador de cuanto karateca gane un título mundial y espera volver a escuchar el himno de Guatemala en unas olimpiadas.
Tiene una extraordinaria relación con sus padres y sus hermanas, con quienes entrena en casa y les enseña nuevas técnicas. Desea estudiar ingeniería y no descarta convertirse en entrenador. Disfruta el fútbol y el atletismo pero ninguna de estas disciplinas le llena tanto el corazón como el Karate Do y la sensación antes de entrar a un combate.
Actualmente de la Roca está enfocado en su competencia en Brasil de agosto próximo, Codicader Panamá 2018 en septiembre y finalmente el viaje a Argentina donde saldará una cuenta consigo mismo, en busca del más preciado premio.
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