El cáncer fortaleció su corazón
Cuando la noticia de que padecía cáncer llegó, toda la vida de Morrie Bogart se tambaleó; sin embargo, sabía que rendirse desde un inicio, no era algo de lo que se sentiría orgulloso. Así comenzó su lucha contra el cáncer de piel.
La enfermedad le ha impedido llevar una vida normal y desde la primera etapa los médicos decidieron internarlo en el hospital para atacar la enfermedad de mejor manera. Además, tener 90 años dificultaba la situación, por ello, los expertos han manejado el tratamiento con delicadeza.
Su lucha constante y el tiempo que ha pasado en el hospital, le han permitido reflexionar sobre ciertos temas humanos, entre ellos está contribuir con aquellas personas que pasan por situaciones similares y no tienen la fortuna de sobrepasarlas por falta de recursos o por miedo y tristeza. A partir de este pensamiento, Morrie dedicó sus horas a crear proyectos que ayudaran a las demás personas.
Su amor al prójimo
Lo primero que hizo Morrie fue tejer gorros para las personas que viven en las calles y pasan frío todas las noches, para que puedan mantenerse a una buena temperatura. Comenzó con una idea y actualmente ha logrado donar 8 mil a diversos refugios.
La habitación de Bogart está llena de cajas con gorros listos para ser donados y otras llenas con estambre e hilos para continuar tejiendo. Han sido muchas las horas que él ha dedicado a esto y cuando le preguntan por qué lo hace, Morrie responde: “Simplemente, porque me hace sentir bien”. Su buena intención ha permitido que muchas personas se mantengan cobijadas en las épocas de invierno.
Además, se ha tomado el tiempo para ayudar a personas que, al igual que él, sufren de cáncer y han perdido su cabellera por el tratamiento. Les brinda gorros del color que a ellos les gusta, con el objetivo de que se sientan mejor.
Bogart no sabe cuánto tiempo le queda exactamente, pero está haciendo que ese tiempo valga la pena. Su corazón solidario, humilde y lleno de amor para dar a los demás, ha permitido que otros corazones enormes se sientan atendidos por alguien que ni siquiera los conoce.
A pesar de su lucha contra el cáncer, este corazón compasivo aprovecha cada minuto para ayudar a quienes lo necesitan.
Fuente: Nation