Ana Isabel Quilo Ayala y su perrita Osita han salido desde varios años a recorrer las calles de la zona uno de la capital a vender sus buñuelos. Sin embargo, la crisis del COVID-19 provocó que su venta disminuyera y el único ingreso que tienen ambas para vivir se ha ido agotando. Ana no tiene más familia que su hija perruna, pero a pesar de su situación siempre se mantiene positiva y cantando para levantar el ánimo.
Su historia llegó a la organización Sé Feliz Guatemala, quienes se dedican a apoyar a los comerciantes informales de la tercera edad que se han visto afectados por la pandemia del COVID-19. Por medio de ellos, Ana y Osita recibieron víveres, ropa e insumos de limpieza como de cocina. Sin embargo, sus necesidades son diarias y por medio del programa de apadrinamiento que promueve la organización buscan a personas que deseen unirse para contribuir a su historia.
¿Cómo hacerlo?
Por medio de las redes sociales de @sefelizguate puedes solicitar información sobre cómo apadrinar a un comerciante informal. Recuerda que cada aporte puede contribuir a dignificar la vida de Ana y Osita.
