Una placentera sensación entra por los oídos, sonidos que estimulan tus sentidos y “te ayudan a dormir”, cuentan los seguidores. Un par de audífonos, luces apagadas y un buen ASMR, como le conocen es todo lo que necesitan para relajarse y descansar.
Basta con buscar un video en YouTube, son tan populares que tienen millones de vistas para experimentar lo que muchos califican como un “orgasmo cerebral”. No son sonidos complejos, ni basados en estudios, tampoco terapias hechas por expertos, sino más bien youtubers que susurran a tus oídos, hacen tapping y scratching para estimular tus neuronas.
ASMR “es un fenómeno biológico en respuesta a determinados estímulos visuales, auditivos o cognitivos que se caracteriza por una placentera sensación de hormigueo o cosquilleo que generalmente comienza en la cabeza y cuero cabelludo, aunque puede expandirse a otras partes del cuerpo”, dice Diana Barillas, psicóloga.
Pueden ser cosas extrañas o incomprensibles, por ejemplo un video de un escultor, ver cómo se le corta el pelo a otra persona, escuchar el sonido de las tijeras, sonidos diversos y absurdos como los que hacen otras personas al limpiar cualquier objeto. También, gente abriendo o rasgando cosas, incluso el sonido de las brochas de maquillaje causan esos estímulos, cuenta Diana.
La Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR) es más frecuente en personas introvertidas, de acuerdo con la psicóloga.
En conjunto con el placer sensitivo que provocan los videos ASMR, los miembros de esta comunidad enfatizan en la capacidad de estos para ayudar a dormir, reducir el estrés o la ansiedad.
Un estudio realizado por Barrett y Davis demostró que el 98 por ciento de los encuestados recurrían al ASMR para relajarse. En cambio, el 82 por ciento lo hacía para conciliar el sueño y el 70 por ciento para lidiar con el estrés.
Qué activa el ASMR
Momentos de atención personal sobre terceras personas. Videos que simulan cortes de pelo, exámenes médicos y sesiones de maquillaje.
La manipulación de objetos con un ritmo lento, como brochas de maquillaje y tijeras.
Sonidos como el plástico, el papel de burbujas y una bebida efervescente.
Sonidos cotidianos como el de una escoba barriendo el suelo, la tapa de un bote de conservas, alguien que pasa las páginas de un libro o un lápiz rozando el papel.