Alexia Keglevich es una empresaria que con perseverancia, sacrificio y trabajo ha logrado posicionarse como la CEO Global de todas las operaciones en el mundo de Assist Card, una compañía dedicada a la asistencia integral al viajero, fundada en 1972, en Suiza.
Comenzó su carrera a los 16 años en el área de mensajería de la empresa familiar. Recuerda que su primer trabajo fue por cuatro meses en una agencia de viajes, cuando su padre, quien era en ese momento el presidente de Assist Card, le ofreció la oportunidad de laborar ahí. “Recuerdo que mi papá me dijo: ‘Alexia este es el peor día de tu vida, a partir de aquí empieza tu pesadilla’”, recuerda entre risas, ya que a pesar de ser un camino difícil valió la pena.
Los primeros años le costó valerse por sí sola a esta empresaria, ya que muchos la catalogaban como la hija de uno de los fundadores, además de ser mujer y que ese factor años más tarde la transformó en una ventaja para su carrera. Durante 10 años creció desempeñando diferentes posiciones, en las cuales se destacó por su capacidad de negociación y su ansia de superación. Ella fue el motor para desarrollar el departamento de Marketing y ampliar el negocio hacia el sudeste asiático.
Su gestión ha sido destacada y reconocida por la Revista Latin Business Chronicle (LBC) dentro de Las 50 mujeres Ejecutivas de Latinoamérica.
En 1995 dejó Assist Card y desarrolló exitosamente su carrera en el sector financiero dentro del Banco Río (actualmente, Santander Río). En 2000, vuelve a la compañía para ocupar el puesto de Directora Ejecutiva. En el 2011, la empresa es adquirida por el Holding Starr Companies, que mantuvo a Alexia como la CEO Global de todas las operaciones en el mundo.
El compromiso y conciencia social de Alexia, aparte de ser algo importante en su vida, la han llevado a visitar muchos países de Latinoamérica. Ha participado activamente en acciones comunitarias que buscan colaborar con la erradicación de la pobreza, fomentar la educación y el crecimiento de las comunidades más vulnerables.
En 2017 fue elegida para formar parte del Red Shoe Movement Hall of Fame, empresa norteamericana dedicada a la capacitación profesional y liderazgo de mujeres.
Aunque reconoce que ha tenido muchos errores en el camino y sacrificios personales al igual que familiares, una de sus grandes satisfacciones son sus dos hijas. “En su momento cuando más me necesitaban, quizás estuve trabajando más de lo que fui mamá y eso tal vez fue mi arrepentimiento”, admite Keglevich.
Sin embargo, para esta empresaria el legado que le gustaría dejar es el de inspirar y dejar huella en otras personas, para que sepan que no hay límite en lo que se propongan alcanzar.