Cualquier guatemalteco reconoce al lago de Atitlán como uno de los puntos principales para el turismo de Guatemala. Al ser uno de los puntos más aclamados, ha sido de los más afectados por la contaminación. De él hace algún tiempo, el ministro de Ambiente, Sidney Samuels advertía del daño irreversible que podría tener.
Afortunadamente, hay una iniciativa por parte de organizaciones como CBC y Amigos del Lago de Atitlán que buscan beneficiar a la comunidad mientras se cuida el área. Gracias a estos grupos nace Atitlán Recicla, el nuevo sistema de reciclaje del lago.
El amor por el lago que los une
Atitlán Recicla busca unir a nueve municipios de la cuenca y recolectar residuos reciclables sólidos como aluminio, vidrio o plástico. La empresa CBC decidió donar una lancha con motor eco amigable para poder hacer una recolección acuática. A su vez, también tendrán un recorrido terrestre apoyándose en centros de acopio.
Varios miembros de las comunidades aledañas se han animado a contribuir con el proceso, abriendo sus puertas a diferentes actividades de reciclaje. La Asociación de Amigos del lago de Atitlán se ha dedicado a educar, promover y mejorar las labores de limpieza del lago con talleres y actividades en colegios sobre la importancia de mantener los recursos naturales.
Una nueva manera para fomentar el reciclaje
Hay varios ríos y lagos que se han visto seriamente afectados por la contaminación y que sufren daños irreversibles. Un claro ejemplo es el lago de Amatitlán donde cada intento por descontaminarlo termina en fracaso. Está imposibilitado debido a la gran cantidad de basura que desemboca en en él.
Esta iniciativa busca inculcar el reciclaje en las comunidades como una actividad del día a día. Anna D’apolito, Directora de Amigos del Lago de Atitlán, afirmó que están “integrando a todos los miembros de distintas comunidades, autoridades y organizaciones, para que de esta manera la cultura del reciclaje y sensibilización ambiental sea inherente de la población y especialmente de la niñez.
Además, el reciclaje se puede convertir en una fuente de ingreso alternativa. El aluminio, vidrio o plástico puede ser recolectado y vendido, por lo que los que contribuyan pueden salir beneficiados.
El lago de Atitlán es el motor de desarrollo y subsistencia para más de 300 mil personas que viven alrededor de la cuenca con la necesidad de mantener el lago limpio.
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