Cree en tus ideas y no dejes de emprender imagen

Roberto Liao es un emprendedor inquieto que siempre busca nuevos proyectos.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Roberto Liao me habla con emoción y su alegría es contagiosa. Él es un emprendedor que no se imaginó a dónde le llevaría su creatividad.

“Si verdaderamente te dedicas a lo que te hace feliz, el dinero va a llegar solo”.

“Todos mis proyectos arrancaron como tareas de la universidad”, cuenta Roberto, recordando cuando estudiaba mercadotecnia y tenía la tarea de desarrollar un producto. Y continúa: “Mis amigos dijeron Liao sabe diseñar”.

Roberto ha dibujado toda su vida: “Me metí a cursos libres de diseño y todo lo de Adobe. Pasé lo que hacía empíricamente a saber la técnica y herramientas”.

“Hicimos los separadores y no sabíamos cómo venderlos y me topé con alguien que los compró todos y era un distribuidor internacional”. La empresa quería comprar la licencia de los personajes, y a los 19 años, Roberto no sabía nada de eso, pero aprendió.




“Ya tengo 10 años con las agendas de Bugs and Blessings y firmamos por 15 más”.

Sus amigos eran cristianos y por eso tomaron esa línea. Y el distribuidor era cristiano.

“Yo soy positivo con frases de ‘todo se puede lograr, tú puedes’, etc. Y por ese lado me fui”, relata el emprendedor. 




“Diseñaba y no veía los resultados. Hasta el año vi los productos en una feria. Y es cuestión de paciencia porque es tiempo de producción, envío, distribución, etc”, narra Liao. 

“Cuando inicié la maestría, uno de los proyectos era innovar la marca, pensé en Oveja Negra, para público no cristiano. Tuve que explicarle a mi distribuidor por qué solo era una oveja de otro color”.




Se necesitó una reunión de 2 horas y una cita bíblica para convencerlos, pero el producto abrió espacios en otros mercados y han creado más marcas con Roberto, incluso otras que no tienen personajes sino solo frases, líneas de tazas, carteles, agendas, entre otros. 

“Tengo muchos proyectos. Moriría en un trabajo de 8:00 a 5:00 y cuando he tenido fijo, no tenía horario rígido. ¡Tuve suerte!”, expresa Roberto. 

Además de Bugs and Blessings, Roberto tiene una tienda en línea llamada Lunático.




La idea surgió con su amigo Jorge García, él fabricaba zapatos y varios amigos pulseras y otros productos, pero no tenían dónde venderlos y al ofrecerles su idea se sumaron.

“Yo les ofrecí hacer la página, metiéndome a YouTube a aprender cómo hacerlo y en 4 meses contacté a quienes me dijeron que sí y ninguno me contestó”. 

Así que se quedó con Jorge, vendiendo sus productos. Los productos estrellas son los cojines personalizados.




“Además, en Lunático hago escenografías para teatro y toda la parte creativa que se me ocurra”.

“Paralelamente a todo esto, llegó el teatro. Podíamos adelantar un curso, era el de Teatro impartido por Patricia Orantes y Artes Landívar impulsó el curso, además dejó un curso libre permanente”.

“Así estuvimos 3 o 4 años, hasta que terminamos la carrera. Muchos íbamos y veníamos. Por eso, lo bauticé como Rompecabezas porque no estábamos en todas las piezas juntas”.

“Una vez le dije a Paty: no viene gente, nos estamos engañando. Hagamos teatro para niños”.

“Hicimos 14 funciones gratuitas en escuelas Fe y Alegría, con la historia de El ladrón de palabras.

“Los niños como público son muy agradecidos y reaccionaron muy bien. Además, la historia enseñaba signos de puntuación, palabras, etc”.

“Soy hiperactivo y por eso busco qué hacer. Un día mandé mi propuesta a Cayalá. Al mes me escribieron que querían que en 15 días empezáramos”.

“No teníamos una obra y muchos de los miembros no estaban en el país. Además, otros no creyeron en el proyecto, por el riesgo de no tener un sueldo fijo, miedo a salir de la zona de confort, etc. y solo quedamos Ana Jacobo y yo”.




Hicimos obras solo los dos, con títeres (nos volvimos expertos en hacerlos) y rompiendo la 4a. pared, indica el empresario. 

Trabajan cuentos clásicos, adaptando los guiones porque según la experiencia de Rompecabezas, los cuentos tradicionales aburren al público o interrumpen para contar el final.

“Con los 3 cerditos, explicamos que el Lobo se los quería comer porque pasó mucho tiempo sin alimentarse y al final de la obra los niños me regalaron sus poporopos, pachas y dulces que tenían y supimos que el mensaje sí llegó”.

Los 3 Cerditos y el Lobo dura 45 minutos, pero hay un entremés, pues cuentan El día que los crayones renunciaron.

Puedes ver los boletos en https://bit.ly/2ASrrT3 y reserva tus butacas.

Las funciones serán todos los domingos de febrero a las 11:00 a.m. / Q50 todo público.

“Vamos a cumplir 4 años y ya nos identifican como teatro familiar. Nos hemos presentado en: Centro Cultural de España, Fondo de Cultura Económica, IGA.

“Aplicamos al festival de teatro, pero nos dijeron que no porque solo éramos 2 y no duraba 2 horas. Pero hemos demostrado con salas llenas y temporadas completas vendidas que tenemos un excelente show”, comenta Roberto. 




Con HIVOS y el Mineduc realizaron presentaciones de Un dragón diferente para trabajar la no exclusión de género y la empatía.

10 años de ser emprendedor te enseñan:

Tomé una decisión: haré algo si me hace feliz. Si me amarga, lo dejaré. 

Soy perfeccionista y me gusta innovar vestuario, luces. Porque hay personas que se encierran y estancan. Pero siempre se puede mejorar.

Se escucha fácil, pero hay obstáculos: personas que te dicen que no, puertas que se van a cerrar, que no creen en uno. Pero se debe creer en sí mismo y en lo realizado. 

Hay que insistir, insistir, insistir hasta que la vida diga: deja de estar chingando: toma.

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