Cuando el tema no era la corrupción ni el financiamiento electoral; cuando el tema en la boca de todos los guatemaltecos era la violencia y el secuestro, un grupo de mujeres decidió que era suficiente. Justo en ese momento nació una agrupación que buscaba seguridad y justicia para sus hijos: “Madres Angustiadas”. Y de las “angustiadas”, la más destacada llegó a convertirse en líder del fútbol nacional, comisionada presidencial y ministra de Gobernación.
La infame llamada le llegó al año de haber fundado la referida agrupación, que clamaba por seguridad. Fue durante una visita al Museo Nacional de Arte Moderno, en donde laboraba como voluntaria, que el timbre le dio la peor noticia.
Adela Camacho de Torrebiarte pasaba de ser una ama de casa a convertirse en una estadística más, una de las más de 200 madres a quienes un hijo les fuera arrebatado a cambio de dinero.
Fueron los peores días de mi vida, por lo que en ese momento decidí que ninguna otra mujer debía pasar por algo así”. – Adela de Torrebiarte.
De doña Adela a señora ministra
La violenta experiencia la llevó a comprometerse más con el movimiento de “Madres Angustiadas”, el que en su momento logró agrupar a unas 12 mil mujeres con una misma idea. “Todos hablábamos del tema de inseguridad, pero ninguno hacía nada al respecto”, comenta.
Y fue este tema el que la llevó a conocer varias instituciones, obligadas a prestar seguridad y justicia, desde lo más profundo. Una Policía Nacional Civil (PNC) sin recursos, con personal mal pagado y poco motivado. Unos juzgados donde lo último en sus agendas era impartir justicia, y un Ministerio Público (MP) con capacidades muy limitadas.
Y la verdad es que como lo veamos, todo esto es parte de la deuda que tenemos con el país. No hemos hecho lo suficiente por cambiarlo”. – Adela de Torrebiarte.
Se convirtió en comisionada presidencial para la reforma policial y llegó con una misión: dignificar a los agentes de la PNC, por medio de mejoras salariales y condiciones de trabajo. “Era necesario que ser policía se volviera algo que decir con orgullo y no una vergüenza”, explica. Sus esfuerzos y trayectoria le lograron notoriedad y de allí un nuevo reto en la vida de la “angustiada”.
Entonces la oportunidad de convertirse en ministra de Gobernación se presentó y De Torrebiarte no dejó pasarla, pero las diferencias con algunos funcionarios del gobierno de Álvaro Colom la obligaron a renunciar. De lo poco que se logró en los 10 meses en el cargo, fue mejorar las condiciones de la PNC y fortalecer los procesos de la carrera.
¿Y el fútbol?
En una oportunidad leyó que Alemania, luego de la WWII, había encontrado una manera de recuperar su dignidad y unirse como pueblo: el fútbol. Fue entonces que una invitación para presidir el Cobán Imperial se convirtió en la ruta para probar la premisa de la potencia europea.
Siempre he pensado que el fútbol es un catalizador social; se habla de él en todos los niveles sociales y un país crece cuando este es bueno”. – Adela De Torrebiarte.
Desde ese momento, De Torrebiarte pasó a convertirse en la primera mujer en presidir una liga de fútbol masculino en todo el mundo. Posteriormente, en tesorera de la FEDEFUT, otro primero para la “angustiada”.
Pero De Torrebiarte nunca dejó por un lado el tema de la seguridad, pese a estar inmersa en el fútbol. Y hoy quiere llegar al Congreso de la República de la mano del partido CREO, donde encabeza el listado nacional, para seguir con las reformas que fortalezcan a la PNC.
De Torrebiarte es parte del imaginario político de Guatemala y una mujer que ha dejado huella. Para los policías es la mujer que les dio el bono de Q2 mil, mientras pasaban hambre; para los fanáticos del fútbol, la persona que por un gol estuvo a punto de llevar a Guatemala a un mundial. Y para otros, es la “angustiada” que trascendió en el tema de seguridad y hoy quiere llegar al Legislativo.
En este momento, con salud y energía, todavía no me quedaría tranquila en la casa porque siento que tenemos una deuda con el país y con los jóvenes”. – Adela Camacho de Torrebiarte.