Una lesión de columna la obligó a dejar la gimnasia artística y luego de siete años de iniciar en el tiro con armas de caza, Adriana Ruano se prepara para sus primeros Juegos Olímpicos.
Por Sebastian Solares
Adriana Ruano, atleta de tiro con armas de caza fue la primera guatemalteca clasificada los Juegos Olímpicos de Tokio, luego de una gran participación en el Campeonato de las Américas, donde ganó la medalla de plata para asegurar una de las dos plazas que se disputaron en dicha competencia.
Pero, ¿cómo nació la pasión de Adriana por el tiro?
La atleta nacida el 26 de junio de 1995, tuvo sus inicios en la gimnasia artística, disciplina a la que se dedicó por 14 años con mente a clasificar a unas Olimpiadas. Sin embargo, la vida le dio un giro y cerca de cumplir la meta sufrió una lesión de columna que la dejó fuera del deporte por un año.
“Antes del tiro practiqué gimnasia artística por 14 años, donde tuve siempre el mismo sueño de llegar a Juegos Olímpicos y cuando ya estaba cerca de cumplirlo tuve una lesión de columna que me dejó fuera del deporte.”, expresó Adriana.
Luego de un año de recuperación, su médico de columna le recomendó dejar la gimnasia y probar la rama del tiro, ya que era “de mejor impacto”. Fue así como Adriana comenzó a moverse y encontrarle la pasión a este deporte, en el que en diciembre del 2012 realizó su primer disparo y en 2013 inició formalmente en dicha rama.
La deportista cuenta con importantes logros a destacar. Entre su palmarés se pueden mencionar un subcampeonato en 2017 en el XVIII Campeonato Centroamericano y del Caribe de Tiro que se realizó en República Dominicana, además de la medalla de bronce en 2018, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.
Por otro lado, llegar a este evento olímpico no ha sido sencillo y el tener una pandemia de por medio ha complicado más las cosas. La atleta guatemalteca regresaba de un campamento de entrenamiento en Italia y una copa del mundo en Chipre el día que se anunció el primer caso positivo de coronavirus en el país.
Posteriormente, se anunció el aplazamiento de los Juegos Olímpicos por parte del Comité Olímpico Internacional. Fue en ese momento, cuando ella se automotivó para ser disciplinada con sus entrenos desde casa, por lo que ese tiempo lo tomó para trabajar en la parte psicológica. “Siento que más que afectarme trate de aprovechar ese tiempo para trabajar mucho la parte psicológica y física y hacer mis entrenos de tiro a pura visualización y entrenamientos en seco que es hacer todo el movimiento con la escopeta”.
El trabajo y comunicación constante con su entrenador, preparador físico, nutricionista y el resto de su equipo multidisciplinario fue otra parte muy importante para la deportista en este tiempo de pandemia. Para mantener la motivación incluso llegó a hacer un collage en el que entrenaba con imágenes que la impulsaran a seguir y no bajar la guardia. Sus días se resumían en entrenar la técnica y trabajo en seco de forma y horario similar al que lo hacía normalmente.
Tokio no será una tarea fácil y el tema del COVID-19 genera mucha incertidumbre en Adriana. “Uno de los retos será acoplarse al 100% a las medidas que la organización vaya a tomar en cuanto al COVID. Lo demás simplemente trataré de disfrutarlo y dar el 100% de mí y mi trabajo por hacer el mejor papel”, mencionó.
Una meta que desde los tres años tenía, está a nada de ser una realidad. Si nada cambia ante las protestas que se han desarrollado en Japón, Adriana Ruano representará por primera vez a Guatemala en unos Juegos Olímpicos; situaciones de la vida le hicieron cambiar de deporte, pero Dios le mostró otro camino para cumplir ese sueño.
“Esta clasificación representa o más bien me hace ver y reconocer que los caminos de Dios son perfectos porque este sueño yo quería cumplirlo en otro deporte el cual tuve que retirarme por circunstancias externas… y cuando me clasifiqué en noviembre del 2018 pude darme cuenta que Dios me quería en otro camino que aún estoy descubriendo”, concluyó.
Foto principal: Adriana Ruano