En un punto de la mañana, Xela estuvo más frío que Nueva York con todo y ciclón bomba. Por supuesto que no es lo mismo, las temperaturas en el norte se mantienen a grados de congelación mientras que en Xela, un mediodía soleado llega hasta los 19 grados centígrados.
Este lunes por la mañana marcó el día más frío de la temporada a -3 C. La diferencia con otros países que alcanzan esas temperaturas son muchas, empezando por la calefacción en las casas. En tiempos de antaño el adobe permitía mantener calor pero los terremotos no son los mejores amigos de este material, emigramos al concreto o a la madera. Mi casa es de madera, usamos calentadores eléctricos y aún así no es suficiente. Cualquier temperatura bajo cero necesita acoplarse con artefactos especiales.
Aún así, el frío no es el mismo de antes. Las señoras de aquella época suelen contar sobre las tuberías de agua congeladas junto a la ropa que estaba tendida en el lazo, o el agua de las pilas. Eso ahora ha cambiado a pesar del -3 C de esta semana.
El calentamiento global tiene formas muy curiosas de manifestarse. Desde sus intransigentes opositores hasta el declive de los arrecifes de coral, que van desapareciendo cada año debido al calentamiento de los océanos variando su temperatura entre 1 a 3 grados centígrados. En Australia el calor es tan fuerte, que cientos de murciélagos murieron con el cerebro frito; las carreteras empezaron a derretirse con temperaturas de más de 47 grados centígrados.
El calor es evidente, aunque su curiosa forma de manifestarse a veces sean los extremos. En la costa este de Estados Unidos, el ciclón bomba ha cobrado vidas con sus frías y extremas temperaturas. En algún momento, Chicago tuvo la misma temperatura que algunos poblados en el Ártico con sensaciones térmicas de hasta -34C.
Hay quienes dicen que el frío es evidencia de que el calentamiento global es una farsa, pero podríamos verlo como un asunto global para entender que son los extremos los que causan estragos. Un huracán tras otro, ciclones bomba, temperaturas extremas. Aquí mismo en Guatemala se registran varias nevadas al año y temperaturas bajo cero que ya ni siquiera son noticia.
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