Este año debajo del árbol de navidad en la casa de Karina no habían regalos. Habían útiles escolares, aunque buscó los mejores envoltorios al momento de que sus hijos abrieron el regalo no les pareció la idea.
Karina, no dudó en hacerles ver que este año la presión económica en su hogar no permitía dar regalos más allá que los útiles. “La cuesta de enero es muy dura y este año el extra que recibimos se fue para pagar inscripciones y útiles” dijo.
Mientras leía lo que Karina me escribía detrás del chat, recordé lo que mi mamá recuerda de todas sus navidades. Mi abuelo tuvo 11 hijos y nunca hubo dinero para comprarles regalos pero la navidad en la familia era mágica, llena de oración, cantos y abrazos. En una oportunidad para hacer amena la cena de güisquiles cocidos mi abuelo tomó entre sus manos una manta e hizo varios actos de magia.
Una navidad si hubo regalos, mi mamá imagina el esfuerzo de mi abuelo y atesora un cuadrito que le regaló. La navidad en casa de mi mamá siempre ha sido especial, aunque ellas no tuvieron regalos nos han inculcado que el verdadero significado es otro.
Quizá Karina, podría decirles a sus hijos que el mejor regalo que les da esta navidad son esos útiles que la educación es un regalo para toda la vida.
Hace unos años asistí a una plática sobre el verdadero espíritu de la navidad y el conferencista decía que los verdaderos regalos son los que cumplen tres características: que sean duraderos, que sean de buena calidad y que fueran baratos. A lo que él quería llegar es que los regalos como el amor, la unión familiar, los abrazos son esos regalos que les damos a nuestra familia y que duran para siempre.
No se en qué momento perdimos el verdadero significado de la navidad, hay algunos que tenemos para darles a nuestros hijos más que útiles pero el centro debería ser otro porque cuando no haya para dar algo material en navidad podemos ofrecer a cambio otras cosas realmente verdaderas y duraderas.
A Karina le digo que el mejor regalo que pueden recibir sus hijos esta navidad son esos útiles que son el signo materializado de su esfuerzo y del regalo para toda la vida que les está dando: su educación.