Eran las ocho de la noche del 15 de octubre de 2017. Joaquín estaba pidiendo vía para cruzar a la izquierda de pronto, un motorista de 29 años, del carril derecho se pasó al otro lado, topó en el carro y cayó.
Joaquín quiso bajarse, pero inmediatamente otros motoristas se detuvieron, algunos lo insultaron y hasta lo golpearon; uno de ellos empezó a incitar a la turba diciendo que quemaran el carro; otro gritaba que había matado a una mujer y a una niña.
Cuando Joaquín vio que la gente estaba caldeada se fue del lugar y buscó refugió en un condominio y esperar aclarar con la Policía el hecho; pero varios motoristas lo siguieron y lo rodearon golpeándolo e insultándolo. Cuando la PNC llegó se sintió protegido, pidió que lo acompañaran al lugar de los hechos, el motorista ya no estaba. Los bomberos informaron que no presentaba golpes y no ameritó ser transferido. Después de un par de horas, Joaquín custodiado por 16 policías con un despliegue de 6 patrullas, pudo irse, se salvó de la turba por poco.
Los motoristas cuando ven un accidente se acuerpan y se paran a defender a sus compañeros, lo cual es peligroso, porque dichos casos son para que las autoridades intervengan y resuelvan. Si bien, existe imprudencia en los conductores de vehículos, también la hay del lado de los motociclistas.
Proliferan las motos
Muchos conductores de vehículos le temen a las motos, pues aparecen por cualquier lado. Amílcar Montejo, vocero de tránsito de la municipalidad capitalina informa que circulan diariamente un millón 40 mil vehículos livianos y 400 mil motos, es decir el 41.6% del parque vehicular.
Al mes en la capital se emiten 5 mil multas a motoristas, principalmente por no respetar las señales, no tener licencia, pasarse los altos y la luz roja de los semáforos, subirse a las banquetas, ir contra la vía, conducir sin casco y por la sobrecarga, debido a que han convertido las motos en vehículos familiares. La imprudencia los hace muchas veces meterse sin cuidado entre los carros, arrancar los retrovisores o rayarlos.
En el 2016 se registraron 11 mil accidentes, el 15% es estos lo constituye motoristas involucrados directamente; además, se registraron 1,500 accidentes donde tuvieron una participación indirecta; por ejemplo, si dos carros chocaron porque una moto se pasó el rojo.
De cada 10 motoristas que chocan, principalmente contra vehículos, 4 se golpean las extremidades inferiores; 3 conducen sin licencia; 1 alcoholizado. Esto es ejemplificado con el caso de Elizabeth Hernández, quien iba en su carro Mitsubishi blanco, en la 11 avenida A, de la zona 2, Barrio Moderno, llevaba la vía y un motorista salió de la 3a. calle sin hacer el alto, sin licencia, alcoholizado y sin casco, chocó la moto contra la lodera, voló y rompió el vidrio delantero con la cabeza.
La policía quería conducir a Elizabeth, pero el motorista no fue al hospital y le pidió a la conductora Q2 mil, así arreglaron el problema. Ella era dueña de un negocio de ropa y durante un año cada mes llegaba a pedirle dinero, hasta que se cansó y le dijo que no le daría nada más.
En este caso, Elizabeth perdió dinero, tuvo presión por un año y su carro quedó dañado, aunque lo importante es que el motorista no tuvo mayores golpes o murió. Pero la imprudencia fue de él; a veces es de los conductores de carros.
También está lo vivido por Gerardo, de 19 años, él se encontraba estacionado en un lugar permitido de la zona 12, el motorista chocó contra su lodera y, al igual que en el caso de Joaquín, las personas empezaron a aglomerarse, él buscó refugió en una gasolinera donde llegaron 18 policías, los bomberos no encontraron al motorista, quizá venía huyendo.
Hombres de negro
Aparte de sentir temor por aventar a un motorista de los tantos que circulan en las calles, está el miedo a los que asaltan. Amílcar nos comparte la historia de una trabajadora de la Municipalidad, quien estaba en el semáforo de la 33 Av. de la zona 7, a la par se colocó un motorista, ella bajó el vidrio le dio su celular y su cartera; pero él le dijo “señora soy pastor, no la voy asaltar”. No la habían amenazado, pero es la psicosis que se tiene.
Existen identificados 15 puntos donde asaltan motoristas, entre ellos: Periférico; Bulevar Liberación; ruta al Atlántico; Los Próceres; Aguilar Batres, Av. Bolívar; Calzada Roosevelt, semáforos en la 12 y 14 Av. zona 1 y centro de la ciudad.
La PNC logró capturar una banda del Mezquital integrada por más de 30, pero aún falta. Sin embargo, no se puede satanizar a los motociclistas, los asaltantes son un número menor que quienes utilizan este sistema como transporte, que es barato y rápido. La moto gasta menos combustible, evita el congestionamiento, utiliza menos parqueo.
Así que es necesario impulsar la educación vial desde las escuelas y modernizar la ley de Tránsito que es caduca. Mientras tanto, ante una eventualidad, ojalá que Dios ilumine a los PCN, a los jueces a dictar procedimientos justos y a los mirones a dejar que las autoridades actúen; protegerse con aseguradoras y los invito a tener CUIDADO Y PRECAUCIÓN, porque en golpes los motoristas llevan la peor parte y los conductores de vehículos son conducidos. Carros y motos invadieron Guatemala, por carencia de un buen sistema público de transporte.