La Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia –SBS–, no aprendió nada, no puede o quizás no quiere mejorar la situación de los niños en situación de “protección y abrigo”. Esto quedó de nuevo al descubierto en el último incidente en un anexo del “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”, ubicado en la zona 15.
Un grupo de niños y adolescentes, algunos menores de 15 años, a juzgar por su complexión, se amotinaron y protagonizaron una jornada indeseable de disturbios, donde desafortunadamente hubo terceros, que nada tienen que ver con la ineficiencia de la SBS, afectados.
Por supuesto que siento empatía por los vecinos que se encuentran atemorizados y por los propietarios de los vehículos, cuyos vidrios fueron rotos, a consecuencia de los disturbios. Yo pude ser una de las víctimas y una de esas piedras pudo herirme a mí o a mi familia. No intento normalizar la violencia de estos niños, pero eso no significa que no pueda entender sus razones.
El otro día mí hija, de solo 4 años, quien recibe un amor abnegado e incondicional en cada segundo de su vida, protagonizó un berrinche digno de tesis en psicología infantil. Ella lo tiene todo y sin embargo su inmadurez de niña la hicieron patalear en el suelo e intentar tirar la comida de su lonchera al piso.
Imagine usted que pasa por las mentes de niños y adolescentes maltratados que viven hacinados y que son re victimizados en vez de ser protegidos por el Estado de Guatemala. ¿Puede sentir empatía por estos niños víctimas de sus circunstancias? ¿Cómo reaccionarían sus hijos si fuesen maltratados por extraños, vivieran en situación de hacinamiento, con una alimentación precaria, alejados de sus familias, de las aulas y carentes de amor?
Le puedo garantizar que sus hijos harían tremendo berrinche, apoteósico y apocalíptico. Justamente eso les sucedió a estos niños, que deberían de ser protegidos, pero que son re victimizados. Hicieron un berrinche.
¿Es tan difícil entenderlo? Por supuesto que los vecinos de la zona 15 y los propietarios de los vehículos dañados no tienen la culpa y tampoco merecen pagar por estos platos rotos, entonces ¿De quién es la culpa? ¿Quién es el llamado a cambiar la realidad de estos niños? ¿Ellos mismos o la entidad creada para su “protección” y “abrigo”?.
La mentira
De acuerdo a la página web de la SBS, dicha institución “brinda protección residencial temporal a los niños, niñas y adolescentes comprendidos de 0 a 18 años que hayan sido separados de sus progenitores o tutores a consecuencia de la vulneración de sus derechos, referidos por orden de Juez de Niñez y Adolescencia”
“Cada hogar cuenta con un equipo multidisciplinario que brinda atención integral acorde a la problemática que presentan y se realizan abordajes periódicos por medio de terapias individuales y grupales especializadas, promoviendo la superación de vivencias traumáticas y la restitución inmediata de sus derechos”.
“Además de realizar actividades educativas, recreativas, de orientación vocacional y de estimulación oportuna para los más pequeños”.
“Paralelo a la atención especial se inicia la búsqueda de un recurso familiar para que los niños, niñas y adolescentes sean reunificados”.
Les aseguro que si estos tres mentirosos párrafos se cumplieran, no tendríamos que preocuparnos por estas situaciones indeseables.
Los niños y adolescentes no están en conflicto con la ley, como algunos equivocadamente lo sugieren, son víctimas y re víctimas de sus circunstancias. ¿Qué hacemos? ¿Los seguimos satanizando? O ¿Exigimos que la SBS haga su trabajo? ¿Usted qué piensa?