Una dieta subóptima es un factor de riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles (ej: enfermedades del corazón, diabetes, cáncer), al que se le atribuye la muerte temprana de la población mundial. Estos hallazgos fueron descritos en una investigación reciente, publicada el 3 de abril recién pasado en The Lancet, una importante revista en el ámbito médico y de investigación.
Los hallazgos de este estudio muestran que una dieta inadecuada es responsable de más muertes que cualquier otro riesgo a en el mundo, incluido el consumo de tabaco, y actualmente está vinculada a una de cada cinco muertes en todo el mundo. Los investigadores analizaron hábitos alimenticios de 195 países para cuantificar el impacto en la morbilidad y mortalidad (número de personas que se enferman y que mueren en una población) de las dietas que no son óptimas.
Los hallazgos
En 2017, 11 millones de muertes se atribuyeron a factores de riesgo asociados a la dieta. La primera causa fue el alto consumo de sodio (3 millones de muertes), seguido por el bajo consumo de granos integrales (3 millones de muertes) y la baja ingesta de frutas (2 millones de muertes). Otras causas que se vincularon con una mayor mortalidad fue dieta baja en nueces, semillas, verduras, aceite omega-3 de origen marino.
El sodio no necesariamente es por la sal de mesa que se agrega a los alimentos, también incluye la contenida en alimentos altamente procesados.
En la mayor parte del mundo, Latinoamérica incluida, el consumo mayor a lo recomendado de sal y azúcar fue un hallazgo significativo. El consumo de bebidas altas en azúcar fue mucho mayor que el consumo óptimo. De manera similar, el consumo global de carne procesada (90 por ciento mayor que la cantidad óptima) y sodio (86 por ciento mayor que la cantidad óptima) estuvo por encima de los niveles óptimos.
La enfermedad cardiovascular fue la causa principal de muertes relacionadas con la dieta (10 millones de decesos) y otras enfermedades (207 millones); el sodio tiene relación directa sobre ello. Primero porque aumenta la presión arterial, lo cual puede causar un infarto o incluso tiene un efecto directo sobre los vasos sanguíneos y corazón, lo que resulta en una insuficiencia cardíaca. Le sigue el cáncer y diabetes tipo 2. Más de 5 millones de muertes relacionadas con la dieta ocurrieron entre adultos menores de 70 años.
Por otra parte, se sabe que tanto los granos integrales que son altos en fibra y el consumo adecuado de frutas se relacionan de forma positiva con la salud cardiovascular. El estudio mostró que la baja ingesta de granos enteros fue el principal factor de riesgo en la dieta para enfermedades crónicas no transmisibles entre hombres y mujeres, y el principal factor de riesgo en la dieta para la mortalidad entre las mujeres.
Estos hallazgos muestran que, a diferencia de muchos otros factores de riesgo, los riesgos dietéticos afectaron a las personas independientemente de la edad, el sexo y el desarrollo sociodemográfico de su lugar de residencia. Si bien el impacto de los factores dietéticos individuales varió entre los países, la ingesta no óptima de tres factores dietéticos (granos enteros, frutas y sodio) representó más del 50 por ciento de las muertes y el 66 por ciento de enfermedades atribuibles a dietas no óptimas.
Situación en nuestro país
En la región de Centroamérica se observó una ingesta óptima de granos integrales; sin embargo, también presentó una alta ingesta de grasas trans. En esta región se concluyó que la dieta baja en nueces y semillas es el factor de riesgo alimentario responsable de la mayor proporción de muertes.
Conclusión
Las consecuencias sobre la salud que tienen el alto consumo de sal y carnes rojas es algo de lo que somos muy conscientes, pero no se pone la misma importancia a una ingesta adecuada de alimentos que protegen como lo son las frutas, vegetales, granos integrales, legumbres, semillas y aceites omega 3 de origen animal. La conclusión de este estudio es que se deben crear políticas públicas para generar conciencia y promover una dieta saludable, que no solo se enfoque en reducir el aporte de alimentos potencialmente dañinos para la salud, sino que también se logren alcanzar en la dieta diaria los niveles óptimos de aquellos que se relacionan con mejor calidad de vida y longevidad, ya que esto podría prevenir una de cada cinco muertes en todo el mundo.
Puedes revisar mi relato anterior: “No hagas una dieta, mejor elige un estilo de vida saludable“, donde encontrarás recomendaciones de una dieta que cumple con una alimentación óptima.