Por ahí circula un mensaje bonito sobre lo que la autora desea para el año que recién empieza. Se refiere a que la felicidad constante no existe, que como cada año, seguramente traerá de todo.
Y es cierto.
El paso de los años y las etapas que irremediablemente me ha tocado vivir me han enseñado a no ser muy ambiciosa con el tema de las resoluciones de año nuevo. De hecho, les dedico poco coco.
Básicamente busco encontrar serenidad en lo que ya tengo y vivo. La armonía familiar que, dicho sea de paso, considero el reto más difícil, la excelencia en el trabajo, y algo que muchos consideran extraño, no perder el ímpetu de mi curiosidad.
¿Por qué la curiosidad?
Ser curioso te mantiene despierto. Ser curioso te mantiene relativamente joven. Ser curioso combate el tedio, y si nos ponemos ambiciosos, ser curioso es un antídoto contra la depresión. La curiosidad te obliga a vivir en una constante búsqueda. Vas en pos de ideas nuevas, de personas enriquecedoras, de arte y de belleza. Tu concepto de belleza se amplía, aprendes a encontrarla en asuntos simples y curiosos.
Curiosidad por lo nuevo, desde tecnología, que siempre es nueva, hasta la historia, que guarda datos nuevos, desconocidos y sorprendentes.
La curiosidad te ayudará en la vida laboral, en la familiar, y aunque te resulte difícil de entender, ser curioso te llevará a encontrar nuevas y mejores relaciones.
Trabajo
Si eres curioso en el trabajo, encuentras casi sin darte cuenta, mejores formas de realizar tus tareas. Construyes experiencias que dan valor a tu yo trabajador.
Relaciones
El campo primordial. No estamos completos sin buenas relaciones. Es el área en donde nuestras emociones tiemblan, en donde conocemos el verdadero miedo o en donde encontramos felicidades y gozo y placer.
¿Cómo puede mi curiosidad servir a mis relaciones?
De muchos formas. Puedes ayudar más a los tuyos, no existe amigo o pareja o padre o hermano que siendo curioso sea indiferente. La solidaridad tiene su dosis de curiosidad. Es la razón por la que nos ocupamos del bienestar de los nuestros.
La curiosidad te lleva espontáneamente a construir nuevas relaciones o reinventar las que ya tienes. Ponla a tu servicio.
Hobbies y pasiones
Más lecturas
Es una fábula deliciosa sumergirse en la lectura. Escaparse. Perder nociones de tiempo y espacio, a veces hasta de identidad. No hay mejor terapia para despedir al 2017 y dar la bienvenida al 2018. Desde que tengo memoria la lectura abre y cierra mis años. En medio de tempestades y fiestas, siempre me acompaña la solidez de los textos. Libros que me quitan la razón, también la desolación. Salvadores, maravillosos, mágicos libros. Los amantes más amorosos que existen. Mi eterna curiosidad me ha llevado a encontrar cada vez mejores lecturas y más gozo en ellas. Es tal vez el mejor consejo que puedo darte.
Música
Lo mismo sucede con el apetito musical. Busca novedades, ahora es muy fácil hacerlo. Encuentra melodías y canciones que te pongan los pelitos de punta de pura emoción. No hay edad para hacerlo.
Ser curioso te puede ayudar en tantos aspectos. Úsala para mejorar tu bienestar físico, tu salud, para entender tus emociones, para crecer espiritualmente. Un año en blanco tienes a tus pies, llénalo de conocimiento nuevo. Que tu curiosidad te guíe.