¡Qué dolor comprar casa!
Que levante la mano el que desea comprar una casa, ya sea por pagos o al contado, parece que muchos la alzarán, aunque se quede en aspiración. Y es que hacerlo en estos tiempos es casi una misión imposible. Con las altas mensualidades, las diminutas viviendas o los apartamentos que construyen desmotivan a la población.
Además, quién está dispuesto a endeudarse 20 años, por un lugar para vivir, hay quienes sí, porque es la única forma de adquirirla. El pequeño gran problema son los salarios y la inestabilidad laboral en este país. Aparte, ¿dónde encontrar un proyecto que no cobre exageradas cuotas? Existen algunos que brindan “ciertas facilidades” con el enganche, los cuales aún considero son insuficientes.
Son aproximadamente Q8 mil mensuales, Q5 mil, en áreas céntricas, con enganches que van desde los Q35 mil, o más, que es una buena oferta, dicen. Las mensualidades bajan en los municipios o lugares más alejados, donde las casas son miniatura y se escucha todo lo del vecino. Pero, lo más sorprendente es preguntar por casas en el Centro Histórico, basta llamar y te piden Q1 millón o Q1.5 millones, se queda uno desinflado con semejantes precios. Y en la zona 16, hasta en dólares venden las propiedades.
busco la mejor oferta
Una amiga ecuatoriana me contó que el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, dio la oportunidad a varios ciudadanos de enganchar y permitir módicos pagos por adquirir una residencia. Por qué no seguir ejemplos de otros países, así como establecer cuotas razonables, por parte de las constructoras, inmobiliarias, etcétera y no seguir soñando con la casa de “sus sueños” como pintan algunos, sí pero inalcanzables.
Espero algún día, no muy lejano, haya alguna institución, constructoras o agremiados, brinden cuotas más al alcance del salario promedio del guatemalteco. Igual, reducir esos largos pagos de años, porque o lo cancelo siendo viejita, ya ni lo gozo o le heredó la deuda a mis hijos, sobrinos o familiares. Y que no sea solamente las buenas tarifas en lugares lejanos, sé que lo céntrico tiene su plusvalía, pero hay que apegarse a la realidad financiera de muchos que anhelamos una casa propia.