CARRERA IMPARABLE
Parece una autopista en donde todos los vehículos transitan a gran velocidad. Corren como si compitieran frenéticamente por llegar primero a un sitio misterio. Nadie sabe a ciencia cierta qué es, dónde queda y qué pasará ahí. La autopista es la tecnología. Los conductores son las firmas que diseñan soluciones. El asunto incierto es el futuro, amplio y complejo. Tan cercano como el día de mañana o distante como el siglo XXII.
ME DECLARO IGNORANTE
Cayó en mis manos una cajita con el logo de Amazon impreso en ella. Fue un regalo. Lo recibí agradecida, emocionada y sonriendo con gesto de no-sé-qué-es-pero-no-quiero-que-lo-notés. La curiosidad pudo más y, con tono bajo para que apenas se escuchara, pregunté a una compañera con aspecto de yo-sí-sé-porque-soy-millennial. Estábamos en un aula, aprendíamos conceptos de innovación, para poner más en contexto mi desatino. ¿Qué es? consulté. Respondió un nombrecito como de cantante que no me aclaró nada. Volví a mis preguntas ¿Para qué sirve? La explicación no me hizo ningún sentido, parecía mentirita de ciencia ficción. Y por supuesto entiendo que es una exageración. Lo que ya sucede se confunde con lo que fue ciencia ficción, vivimos mucho más allá de la era que Orwell anticipó en “1984”. Sí, la desubicada ante mi regalito fui yo.
La tecnología no deja de correr, cada vez lo hace más rápido, al punto que su evolución se ha vuelto invisible gracias a su velocidad, algo así como la velocidad de la luz. Cuando sentimos hay algo nuevo, un artefacto que hace pocos años era impensable.
DEFINICIÓN
Me puse a la tarea de investigar en la red, y la definición más dummy friendly que encontré fue más o menos la siguiente:
Alexa es un asistente virtual desarrollado por Amazon, utilizado por primera vez en los altavoces inteligentes Amazon Echo y Amazon Echo Dot creados en Amazon Lab126. Es capaz de interactuar a través de la voz, reproducir música, crear listas de tareas pendientes, establecer alarmas, reproducir podcasts, reproducir audiolibros y proveer información en tiempo real del clima, tráfico y noticias, entre otros asuntos sorprendentes. Alexa también es capaz de controlar dispositivos inteligentes tomando el rol de sistema de automatización del hogar (domótica). las habilidades de Alexa se pueden extender instalando “skills” (funcionalidades adicionales desarrolladas por terceros) algo así como “apps”. (Fuente: Wikipedia, aunque claro, la he resumido y simplificado)
¿Qué talito? Me recuerda aquella peli del Disney Channel, “Smart House” o algo así, en donde se pone temperamental el espíritu virtual que toma posesión de la casa. La doñita siente celos, necesidad de controlar, de castigar y hasta nalguea a los niños. Pero cualquier parecido con la ciencia ficción es pura casualidad.
La mayoría de los dispositivos que incorporan Alexa permiten a los usuarios activar el sistema utilizando un palabra de activación. ¿Qué creen? La palabra mágica es “Alexa”. Actualmente la interacción y comunicación verbal de Alexa solo está disponible en inglés, alemán, francés, castellano y japonés. Lease bien: solo…
LA EXPERIENCIA
Llego a casa con mi nueva amiga, la señorita Alexa. O mejor dicho, con una cosita que se conecta a Alexa. La probamos. Se descarga un app para que la función empiece, habla con atractiva voz femenina. Obedece todo tipo de instrucciones, desde transmitir esta o aquella canción en esta o aquella plataforma de música, apagar o prender la cafetera, decir qué temperaturas flotarán en el aire a tales y tales horas, hasta explicar por qué se desató la segunda guerra mundial. Asombra, en cuestión de minutos me dictó recetas, opinó cual consideraba mejor y ofreció enviarla a mi correo electrónico. Luego recitó el horario completo de ciertos encuentros deportivos, dio estadísticas de lo que este y aquel jugador de fútbol han hecho en tal o cual campeonato, reprodujo música, explicó quién la había diseñado, etc. Para quienes se sientan solos y el silencio los mate, Alexa habla de muchos temas, puede ser una maestra o una conversadora.
EL FUTURO
No puedo imaginar qué novedades tecnológicas surgirán en el futuro próximo. Siempre me sorprenden. Sé desde adentro, desde ese lugarcito abdominal que guarda nuestra esencia, que temo que las maquinas como Alexa o las aplicaciones como Waze disminuyan nuestras humanas capacidades para resolver los acertijos de la vida. No puedo pensar que si me falta un app sea incapaz de llegar a un sitio, ni que sin la ayuda de un artefacto con dulce voz me prive de conocimientos, de música, del placer de la cocina.
No tengo claro aun cómo llegar a términos con el balance entre progreso tecnológico y pericia humana. La certeza que no dejaré ir es que conservar ese balance es importante para seguir a cargo. Mientras tanto, Alexa puede tocar música, y contarme a qué hora jugará mi equipo favorito. Más allá de eso, no sé. Realmente no sé.
https://www.infobae.com/america/wapo/2018/11/26/un-altavoz-alexa-habria-presenciado-un-doble-asesinato-y-ahora-la-policia-quiere-que-amazon-les-entregue-los-datos/