Margarita la pionera nos ha dejado imagen

Mucho se ha escrito por el deceso de Margarita Carrera. Su biografía navega el internet y los diarios. Está en conversaciones y evocaciones de quienes la tuvieron cerca. No es para menos.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

En el mundo de las letras guatemaltecas Margarita Carrera fue gigante, lo fue en muchísimos sentidos. Talentosa en el arte de la palabra, abrió una brecha importante para varias generaciones de mujeres que buscaban, y aún buscan, un espacio en el mundo literario, cultural y periodístico del país.

PIONERA

Margarita Carrera fue la primera mujer graduada de la Facultad de Letras de la Universidad San Carlos de Guatemala, obtuvo el título en 1957. También fue la primera dama en ingresar a la Academia Guatemalteca de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, en 1967. Estas son apenas un par de referencias entre los múltiples logros y reconocimientos que edificaron su figura de grande en el universo de las letras y el periodismo.

Ser pionera es un honor y una responsabilidad. Su nombre, una fogata inmensa y central que iluminó tantos caminos de los de su profesión, también ha sido luz y enseñanza para los mortales que no tuvimos la fortuna de pasar por sus aulas, pero que fuimos sus alumnos a través de sus columnas, de sus ensayos, poemas y novelas. Margarita Carrera dio luz y calor y a veces provocó incendios con ese fuego que ponía a sus palabras.



Fotografía de Culturales de Maco, con agradecimiento.

UN SUEÑO QUE NO SE CUMPLIÓ

 Con cierto egoísmo, me refiero a un sueño que personalmente perseguí y no logré cumplir. Lo cuento como una forma de exorcizar una pequeña pena, porque no lograrlo me dejó clavada una espina y el sábado, cuando me enteré que Margarita había fallecido, la espina volvió a pinchar la herida.

El año pasado fui convocada por un movimiento que trabaja en pro de la mujer para organizar y coordinar un evento de mujeres guatemaltecas que han destacado en el mundo de la literatura. En mi caso, el arte literario es más que una pasión. Leo de manera desaforada y procuro conocer a fondo las letras que nacen en Guatemala. Trabajar por la mujer también me apasiona. Acepté el reto. Fue un camino más empinado de lo que imaginaba, la satisfacción también fue grande. Pero hubo ausencias que ensombrecieron la experiencia. Margarita, una de ellas.

Por supuesto, contactar a Margarita Carrera estaba en la lista de prioridades. Fui informada de que su salud era delicada. Que asistiera al evento estaba fuera de discusión. Pensé en una entrevista filmada o una grabación. Probamos por un par de frentes, aunque, consciente de que el respeto a la salud y a la privacidad va antes de cualquier evento, no insistí. Ni siquiera sé si leyó un pequeño mensaje en el que le rendía honor y profesaba admiración, también gratitud. Me quedé con el anhelo de conocerla personalmente. Admito que no haberlo logrado me causa un dolorcito y cierta nostalgia. Soy forastera en el mundo de las letras, no es mi profesión. Pero desde que tengo uso de razón caigo rendida ante los libros. Escribir, aunque no posea solvencia académica para hacerlo con adecuada propiedad, me produce un tipo de felicidad muy especial. Escribir sobre escritoras nacionales es fiesta patronal en mi íntimo mundito.

AUSENTE PERO PRESENTE

Margarita no estuvo presente físicamente. Sin embargo fue mencionada una y otra vez, con admiración, con agradecimiento, con amor. Varias de las escritoras la mencionaron durante su participación en el evento. No puedo decir de memoria lo que cada quien dijo. Lo que sí recuerdo y aún me emociona, fue la pasión con la que Ana María Valdeavellano la celebró. “Mi querida y admirada maestra” dijo, con notoria emotividad. ¡Qué privilegio!




SE FUE, PERO QUEDA EN TANTO

Margarita descansa. Sin embargo su nombre es un símbolo para las mujeres de letras en Guatemala y del mundo. No fue la primera escritora o poeta o novelista talentosa. La precedieron otras grandes. Margarita lo que representa es el reconocimiento formal de la mujer en los ambientes literarios del país. Su camino queda grabado en la historia. Cada escritora lleva un trocito de ese andar en el propio. Nosotras las lectoras y lectores, la encontraremos una y otra vez, en cada libro que nace del entendimiento o el imaginario de nuestras talentosas escritoras. En ensayos, en poemas, en opiniones y en novelas. Un regalo que no tiene precio.



Fuente: Culturales de Maco

UNA DESPEDIDA DE POESÍA

Los siguientes poemas son una pequeñísima muestra de lo que Margarita nos dejó. Nada mejor que leerla para celebrar su legado. No escogí ensayo o columna para este homenaje. Hay tanto flotando en el ciberespacio literario. Escogí poesía. El poema es lo mío. Y Margarita fue una hechicera del verso. Disfrútenlos.










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