Una tarde del 20 de julio de 2009 nos dirigimos con un colega al Registro Mercantil en la zona 4 de Ciudad Guatemala.
Una oficina en donde suelen encontrarse periodistas, tramitadores, procuradores y abogados. Cada quien haciendo su trabajo.
Nuestro objetivo era localizar los registros de varias empresas de las que hacíamos una investigación y que sospechábamos estaban involucradas en actos de corrupción. La lista que revisamos era extensa, incluso, regresamos al día siguiente. En un país como Guatemala, con tantos niveles de mafias es necesario cruzar y cruzar datos.
JC Construcciones, FAC, Constructora Noguera, Ingeniería Prisma Total y Cidelta, fueron las cinco en las que nos enfocamos, pues teníamos indicios desde hace varios meses que podían existir irregularidades en torno a ellas y a sus contratos con el Estado.
El trabajo periodístico también se extendió hasta el Registro de Personas Jurídicas del Ministerio de Gobernación, en donde cotejamos la documentación de la Asociación Camino de Desarrollo (Acade) así como la de la Asociación para Ayuda y Desarrollo Integral de la Familia y la Niñez en Guatemala (Adifani).
Ambas ONG se prestaron para triangular fondos a las compañías Prisma Total y Cidelta, provenientes del desaparecido Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz), una institución en donde se dieron decenas de actos de corrupción y que aún están en la impunidad.
Mediante la investigación pudimos establecer que esas empresas eran propiedad de Otto Vinicio Samayoa Soria y José Guillermo Samayoa Soria, además tenían como socias a: Ingrid Xiomara Samayoa Soria, Carmen Amely Bailón (esposa de Otto Vinicio) y María Magdalena Bailón.
El 16 de julio de 2009, la ONG Acade por medio de Adifani le otorgó tres contratos a Cidelta por Q50 millones en menos de tres horas. Tanto Cidelta como Prisma Total participaron como oferentes, violando la Ley de Contrataciones.
También, la familia Samayoa tenía una tercera empresa llamada Constructora Bagodini cuyo representante y socio era Guillermo Otto Samayoa Bagodini, padre de Otto Vinicio y José Guillermo.
Los fondos del Estado que recibieron estas empresas entre 2006 y 2008:
Ingeniería Prisma. Total: Q154 millones
Constructora Bagodini: Q33 millones
Mientras que Cidelta entre 2006 y 2009 obtuvo contratos por Q398 millones
En 2009, José Guillermo era diputado del Partido Patriota (PP) e integrante de la Comisión de Comunicaciones que era presidida por Alejandro Sinibaldi Aparicio, quien mantenía una estrecha relación con los hermanos que también eran financistas de esa agrupación política.
El presidente de Fonapaz, en ese entonces, era el actual diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Jairo Flores.
La investigación la publicamos el 28 de septiembre de 2009 en elPeriódico de Guatemala.
¿Coincidencias?
Toda una estructura familiar protegida y apadrinada por Sinibaldi Aparicio. No creo que sean coincidencias, pues estas redes mafiosas tienen años de estar enraizadas en el Estado y han movido millones de quetzales.
El pasado 14 de julio, el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), dieron a conocer la forma en que operaba otra estructura de corrupción encabezada por Sinibaldi Aparicio.
Los fiscales denominaron a este grupo: Corrupción y Construcción
Ese día fueron capturados: Otto Vinicio Samayoa Soria y 18 personas más. Mientras que siguen prófugas hasta el momento otras 15.
Entre los que están pendiente de aprehensión figuran: José Guillermo Samayoa Soria y Luis Rodrigo Sinibaldi Aparicio, hermano del exministro de Comunicaciones.
Ya ven, no son coincidencias.
El caso que les describí al principio de este texto lo investigué en 2009 y vean hasta cuándo actúa el MP contra estas mafias, bien valdría la pena desempolvar ese y muchos otros. Además, investigar a los fiscales, auxiliares y máximos jefes de ese entonces en la institución, pues son varios casos de corrupción que los periodistas hemos denunciando pero que están dormidos.
Señores de la CICIG y del MP, aún hay un largo camino por recorrer…