Superman cae en la fuente ante el Árbol Gallo.
MUJER MARAVILLA: Llevémoslo a la nave.
BATMAN: Perame, voy a hablar con Flash de una onda. [Dirigiéndose a Flash en voz baja y extremadamente cerca] Esa chava, vos.
FLASH: ¿Quién?
BATMAN: La Diana. No me gusta cómo nos habla. Como si fuéramos sus choleros.
FLASH: Siento que nos habla normal.
BATMAN [haciendo “voz de mujer”]: “Llevémoslo a la nave.” será lagranputa. Si mis padres, que Dios los tenga en su gloria, vivieran, no permitirían que ninguna mujer me hablara así. O cualquier persona. No digo porque sea mujersh que ya sé que vas a decirshle [haciendo “voz de adolescente”] “Batman dijo algo machishta”. Como siempre.
FLASH: Nel mextraña. Si vos para mí, mirá [besando el aro que formó con sus dedos pulgar e índice] mis respetos. Si tu mamaíta viviera, le diría “Señora, la felicito por…”.
BATMAN: VOÁ PRESTARTE 6 MIL VARAS pues la vez pasada fuimos a comer y pediste menú infantil.
FLASH: Mirá, no me gusta mendigar. Gracias a Dios tengo trabajo y puedo comprar mis coshitas. Pero si vos, con todo respeto va, me queresh prestarr cinco mil no te los desprecio. Allí hay cajero ve.
Cyborg, Aquaman y la Mujer Maravilla acuestan a Superman en una banca.
MUJER MARAVILLA: Muchá, acompáñenme a Themyscira. Me acordé de una amashona que se llama Carlota con la que crecimos juntash y cómo me chingaba de wiras. Decía que mi caballo era el más gordo y tonto y el que se iba a morir antes.
AQUAMAN: QUÉ CULERA.
MUJER MARAVILLA: Quiero darle un su ahuevón.
CYBORG: Este no es buen momento. Hay que destruir el árb…
AQUAMAN: No seás así, rey. Acordate que ella siempre nos hace ganas. Diana, contá conmigo, oíshte.
CYBORG: HEY no se vayan. (Están ebrios. Mis partes no-orgánicas retardaron el efecto. Aun así ya me siento regularsh… NO, Victor, mantenete consciente, mijo. Sinteticé en esta cápsula el caldo de huevo de mi mama. Si puedo incrushtarla en el núcleo del árbol, su antídoto anulará los efectos de la soca colectiva. Pero. No. Puedo).
Un cincuentón moreno y flaco se acerca. Lleva pantalón café con cincho de hebilla metálica en forma de logo de Nike, una rala camisa verde menta y mocasines todos doblados y con incrustaciones de lodo tieso. Extiende su mano rasposa a la futurista extremidad metálica de Victor Stone. “Buenas tardes, caballero. Mi nombre es Tulio Rodenas”. De pronto Cyborg recibe un mensaje holográfico a su interfaz. Batman, en su habitual tono pragmático, expone “Si recibes esto ya estoy ebrio y fallamos. Diseñé un plan B. Para su éxito, confía en Tulio Rodenas. Solo él puede salvar a Guatemala. Posdata: por fa no dejes que Flash me lleve a un cajero. De ahí cómo cuesta que me pague”.
TULIO RODENAS: Púchica, él es don Batman pues. Dijo que yo los iba a ayudar y ustedes me daban unos mis lenes.
CYBORG: Don Tulio ¿cree poder acercarshe al Árbol Gallo?
TULIO RODENAS: Correcto, varón.
CYBORG: ¿No lo ha afectado el éter? ¿Cómo no está a verga?
TULIO RODENAS: Ese es mi secreto. Siempre estoy a verga.
Continuará…