La importancia del sueño en la infancia y la adolescencia imagen

La generación actual de la población pediátrica duerme aproximadamente una hora y media menos que generaciones previas, pudiendo afectar el desarrollo óptimo en diversas áreas de su crecimiento.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Tradicionalmente, cuando se habla de prevención de enfermedades y promover una vida saludable en la etapa de la niñez y la adolescencia, nos enfocamos en la actividad física y en hábitos de alimentación. Los resultados han sido favorables en algunos casos, pero estos cambios no siempre son efectivos. Lo anterior muestra la necesidad de adicionar otro enfoque y es en estas condiciones donde surge la importancia de incluir los patrones actuales de sueño como un factor de riesgo que puede interferir en el crecimiento y desarrollo óptimo de los niños.

Los cambios en la calidad y cantidad de sueño pueden resultar en una pérdida de la sincronización de los procesos metabólicos, hormonales y del sistema nervioso, entre otros factores. Algunas enfermedades, como la obesidad y cambios en los patrones de sueño, son temas que suceden paralelamente. Lo anterior nos muestra que se le debe dar mucha importancia tanto a dormir bien como a ejercitarse y alimentarse de manera balanceada.

Patrones actuales de sueño en la edad pediátrica y la adolescencia

Las cantidades y características del sueño varían con la edad. En particular, la recomendación de sueño para preescolares es de 11 horas; para escolares, 10; para prepúberes y adolescentes, 9. Sin embargo, existe una evidente restricción de sueño diario en adultos, adolescentes y niños. La generación actual de la población pediátrica duerme aproximadamente una hora y media menos que generaciones previas, pudiendo afectar el desarrollo óptimo en diversas áreas de su crecimiento. Los cambios en los patrones de sueño, particularmente su restricción en etapas tempranas de la vida, conducen a conductas y problemas de salud difíciles: irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, dolores de cabeza y depresión, por mencionar algunos.



Recommended Amount of Sleep for Pediatric Populations: A Statement of the American Academy of Sleep Medicine. J Clin Sleep Med. 2016 

Obesidad infantil y falta de sueño

Definida como el índice de masa corporal (IMC; kg/m2) sobre el percentil 95 para niños del mismo sexo y edad, la obesidad infantil se ha duplicado para niños preescolares (2-5 años de edad) y adolescentes (12-19 años de edad), y se ha triplicado para prepúberes (6-11 años de edad) desde la década de 1970. Varios estudios han reportado que aquellos niños que duermen menos de lo recomendado para su edad, muestran un riesgo cuatro veces mayor a desarrollar obesidad o sobrepeso comparado con aquellos que dormían lo adecuado. Los niños y adolescentes que duermen menos de lo recomendado tienen una mayor tendencia a elegir alimentos altos en azúcar y grasa; por consiguiente, consumen más calorías a las que realmente necesitan.

¿Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o falta de sueño?

Se han hecho estudios donde se encontró que niños que duermen menos de ocho horas diarias obtuvieron mayor puntaje en pruebas de hiperactividad e impulsividad, comparado con aquellos que durmieron más tiempo.

Este es un tema que recuerda la pregunta de que vino primero: el huevo o la gallina. ¿El TDAH causa problemas de sueño o al revés? Esto es un hecho de que una cosa puede empeorar la otra y sin duda, un sueño adecuado y una buena higiene del sueño pueden influir de manera positiva en disminuir o aliviar los síntomas de este trastorno.

Relación del sueño y la hormona del crecimiento

La hormona del crecimiento es particularmente importante en la maduración y desarrollo del niño (aunque no es el único factor fisiológico responsable de que los niños aumenten de estatura y crezcan). Esta hormona se libera durante la etapa más profunda del sueño, alcanzando su nivel más alto alrededor de las 23:00 horas. Una persona cicla a través de las etapas del sueño, de cuatro a cinco veces cada noche. La hormona del crecimiento se libera durante las primeras veces que experimenta el sueño más profundo.

Dormir poco o no dormir tiene un gran impacto en el ciclo de sueño y, por lo tanto, afecta la cantidad de hormona que se libera durante sus ciclos iniciales de sueño profundo; incluso, el impacto puede ser tan fuerte que no se libere nada. Por otra parte, se ha observado que alterar el horario, durmiendo en el día en vez de la noche o acostándose muy tarde, también tiene un impacto sobre la hormona, liberándose en menor cantidad durante el sueño nocturno.

En conclusión, un sueño nocturno adecuado y suficiente es un pilar fundamental para la salud de los bebes, niños y adolescentes. Aquellos que duermen las horas necesarias para su edad tienen un sistema inmunológico más saludable, un mejor rendimiento escolar, comportamiento, memoria y salud mental, menor riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad y la hipertensión. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte