Historias de terror en un taxi: el por qué los usuarios preferimos Uber imagen

Asaltos, violaciones, agresiones sexuales y en el mejor de los casos retrasos en los tiempos de llegada. Estas son algunas de las razones por las que Uber ganó terreno.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Corría 2012 y era sábado por la tarde, yo vivía fuera del país y no entendía porque mi novia, ahora esposa, no me respondía las llamadas ni los mensajes. Habían pasado más 16 horas desde la última comunicación. Un correo explicó tal situación. Había sido asaltada por un taxista, le habían obligado a subirse la blusa para revisarle si llevaba dinero oculto y en ese ínterin el tipo había aprovechado para detener sus sucias manos en sus senos. Historia nada agradable pero real.

Conocí a una amiga que después de subirse a un taxi, un tipo la agredió sexualmente, aunque por fortuna no fue violada, el agresor le subió la blusa y le chupó los senos. Desde luego que para evitar que ella se resistiera le colocó un cuchillo en el cuello. Historia desagradable pero igualmente verídica.

Me faltó recordar que mi novia, ahora esposa, fue agredida justo en ese terrible momento histórico cuando se popularizaron los secuestros y agresiones sexuales contra mujeres, sobre todo por la calzada Roosevelt. ¿Lo recuerdan?

También he escuchado historias de taxistas que obligan a sus pasajeros a hacer recorridos por cajeros automáticos y que después los agreden. Historias de taxi, y no precisamente las que terminan con un candente encuentro sexual como las que narra el cantautor Ricardo Arjona, son frecuentes en una urbe violenta que registra a diario: secuestros, violaciones, robos y homicidios, entre otros flagelos.

En un contexto donde los sistemas de transporte son ineficientes, inseguros, sucios, lentos e incomodos el usuario demanda cada vez alternativas de transporte privado. Por años esa necesidad fue cubierta por los taxis. Lamentablemente la falta de controles municipales y gubernamentales desvirtuaron ese enfoque de servicio y lo convirtieron en un verdadero peligro.

Hay taxistas buenos y trabajadores

Lo lamento por los taxistas honrados, que abundan, que trabajan esmeradamente por llevar un sustento a sus familias. Me da mucha pena por ellos y les ofrezco una disculpa por si este texto pueda parecer una generalización imperfecta.

Desde luego que no lo es. Estos buenos trabajadores son víctimas de esa misma falta de controles y anarquía por parte de la autoridad del transporte privado, los que tristemente hace que buenos y malos terminen mezclados.

También es necesario definir reglas claras y parejas para todos. Me refiero a establecer arbitrios municipales y desembolsos a favor de la autoridad reguladora para que conductores de Uber y de taxis compitan en igualdad de condiciones. De esta forma  la preferencia de los usuarios hacia un servicio u otro estará condicionada a la calidad que ambos puedan prestar bajo las mismas reglas.

Personalmente debo reconocer que sentí un gran alivio cuando vino el servicio Uber a Guatemala. Me pareció estupendo no solo conocer los tiempos de espera y llegada, sino saber anticipadamente el número de placa del vehículo y el nombre del conductor que me llevaría a mi destino. Si a eso le sumamos que algunos conductores te ofrecen sintonizar la radio de tu agrado, un cargador, agua o dulces, vemos sencillamente que el factor competencia por indicadores de servicio nos da como resultado un ganador.

Claramente el servicio de Uber resulta para el usuario promedio, más cómodo, más eficiente y da una sensación de mayor seguridad. Los usuarios nos cansamos de abordar taxis que en el mejor de los casos llegan a destiempo y optamos por un servicio que nos permite conocer casi con exactitud los tiempos de llegada.

Mi suegra, quien viaja a provincia todos los lunes, se cansó de perder el autobús que la lleva a su destino a consecuencia de los atrasos de los taxis que solicitaba incluso una noche antes. Se mudó a Uber y hasta ahora no tiene planes de regresar al otro servicio.

En ese contexto el reto para los pilotos de taxi, incluso para los buenos, será adaptarse a un mundo globalizado donde solo los más fuertes sobreviven y empezar a prestar un servicio más eficiente y con valores agregados que le devuelvan la confianza a sus clientes. No será fácil, pero será la única forma en que podrán sobrevivir ante la presencia de un servicio que les pasa por encima. Este factor y definir reglas claras e iguales para ambos servicios será determinante en un mercado donde el usuario tomará su decisión. 

Comprendo el malestar de los taxistas y entiendo que pidan igualdad de condiciones. Superado ese desafío ¿Podrán competir con calidad y confort? Lo cierto es que actitudes de agresión de taxistas a conductores de Uber tampoco contribuirán a que el usuario los elija.  Finalmente como todo esto es cuestión de competencia y los usuarios privilegiaremos seguridad y confort. Y usted ¿Qué prefiere?

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte