En los años noventa si te gustaban los superhéroes, cómics o anime no habían muchos lugares a donde ir, uno de esos escasos espacios era Poison la tienda de don Edgar de León. Empezó como una especie de kiosco en el Centro Comercial Los Próceres y se convirtió en tienda un par de años después en la zona uno de la capital, en un pasaje de la Sexta Avenida en donde ha estado una sucursal del restaurante Al Macarone, desde hace años.
Rápidamente se convirtió en una de las tiendas más buscadas y su fuerte eran las tarjetas coleccionables de cualquier tipo: deportes, personajes de cómics, caricaturas, etc. Recuerdo que ahí empecé a coleccionar de manera religiosa a los personajes de Marvel ya que eran mis favoritos de niño, compraba todas las tarjetas posibles con los personajes de esta editorial.
La tienda existió desde 1994 y cerró sus puertas definitivamente en el año 2016. Creo que hay una enorme cantidad de coleccionistas que pasamos por ahí y compramos uno o varios artículos con don Edgar. Si coleccionabas tarjetas él te cambiaba las repetidas o te conseguía las que te faltaban, si no querías comprar sobres, te vendía colecciones completas, rifaba productos a fin de año, vendía cómics de varios editoriales a cinco quetzales. Esta tienda vio crecer a varios fanáticos de los cómics que actualmente somos treintañeros. Don Edgar fue el promotor de cientos de coleccionistas en Guatemala.
El pasado diez de marzo me enteré del triste fallecimiento de esta figura de mi niñez y muchos recuerdos vinieron a mi mente. Su particular voz de locutor, sus negras cejas curiosamente pobladas, la tienda en sí y el póster de Spiderman en la puerta. En fin, estas líneas se las dedico al personaje que contribuyó a que mi infancia fuera un poco más mágica y mucho más alegre, gracias don Edgar por los buenos recuerdos.
Una fase no muy conocida de la juventud de don Edgar, es que fue actor de la primera telenovela de Guatemala.
