En el aeropuerto, María vio algo moviéndose en su chaqueta: un bichito que desechó sin preocupación hasta que empezó a sentir la picazón en la cabeza. En ese momento no lo sabía, pero había contraído piojos.
Esteban y su familia estaban de vacaciones en una ciudad, en México. Unos días después del viaje en avión, sentían los bichos moverse en el cabello. Muy pronto tenían el diagnóstico: toda la familia estaba infestada.
A pesar de que María y Esteban tienen mucho tiempo de conocerse, nunca hablaron sobre este tema entre ellos, así que no se dieron cuenta de lo similares que eran sus historias hasta que Rosario también viajó en aeronave junto con su familia a un resort todo incluido… Y sorpresa: los indeseables bichos hacían presencia. También plagaron a toda su familia.
Sin haberlo planeado, María, Esteban y Rosario se encontraron en un chat de WhatsApp. Una cosa llevó a la otra y allí estaba revelado el secreto: todos habían contraído piojos alguna vez. Y lo más increíble de todo: había ocurrido después de haberse subido en una aeronave.
Si bien es imposible saber exactamente dónde se contagian de piojos, estas historias, reales, tienen un factor en común muy importante. ¿Será posible que los aviones o los aeropuertos tengan una no tan secreta epidemia de piojos? ¿Tú qué piensas?
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*Los nombres de las personas han sido cambiados para proteger su identidad.