En varias de mis últimas notas he querido hacer patente el grave problema que la humanidad enfrenta en la actualidad,el medio ambiente. Al día de hoy, somos más de siete mil seicientos millones de personas y contando de seres humanos (ver este enlace).
Una buena parte de la población mundial hace lo posible por pagar servicios y productos. Lamentablemente muchos de estos productos que consumimos son fabricados de tal manera que es casi imposible repararlos cuando se arruinan, por lo que son desechados. Peor aún, una buena parte de estos productos están fabricados con materiales plásticos y lamentablemente debido a que mundialmente no existe un adecuado manejo de desechos, muchos de estos plásticos terminan en ríos, lagos y en los océanos.
En lo que va del año 2018, 2.7 millones de toneladas de plástico han encontrado su camino hacia los océanos del mundo. Repito, en lo que va del año, es decir en cuatro meses, la humanidad ha logrado arrojar un poco mas de 0.6 millones de toneladas al océano por mes. Esto siginifica que desde la invención del plástico en los años 30, hemos estado contaminando nuestros océanos con plástico al punto que en la actualidad no hay un sólo lugar de los océanos que se encuentre libre de plásticos. Usted puede encontrar trazas de plásticos en los sitios más remotos del planeta.
Los océanos de nuestro planeta son sitios cambiantes y las aguas de cada uno forman lo que llamamos corrientes marinas, permitiendo que el agua fluya a lo largo de miles de kilómetros. Lo que mueve las aguas de los océanos son las corrientes de aire de la atmósfera y también el efecto Coriolis, debido a la rotación de la Tierra. La combinación de estos dos efectos forma las corrientes marinas. Las dos grandes corrientes marítimas que pasan en las costas de Guatemala son la contracorriente ecuatorial del Pacífico que circula de sur a norte a lo largo de la costa pacífica de Guatemala y la Corriente del Caribe que circula por el Atlántico.
En las vastas regiones de los océanos (por ejemplo en el Pacífico Norte), las corrientes producen vórtices enormes, areas donde las corrientes circulan alrededor de un punto y que en su centro, tienden a acumular objetos flotantes y la gran mayoría de los desechos que circulan en ellas. Es aquí donde encontramos unos de los sitios más vergonzosos que hemos creado los humanos, las manchas de desechos flotantes. Cada océano tiene áreas de circulación enormes -vórtices del tamaño de continentes. Y es en estas zonas donde encontramos una mayor concentración de desechos flotantes. La zona más grande conocida se encuentra ubicada en la parte norte del Océano Pacífico, y tiene un área enorme, que puede cubrir hasta 50 veces el área de nuestro país, Guatemala.
Otras áreas donde se concentra grandes cantidades de plásticos se encuentran en los vórtices del Atlántico Norte, el Atlántico Sur, en el Pacífico Sur, y en el Océano Índico Sur. La mayoría de la gente piensa que estas zonas son islas de plástico y otros desechos flotantes. En realidad estas son zonas donde se aprecian muchos desechos flotantes, a pesar de esto, la gran mayoría de desechos permanecen ocultos al ojo, no siendo visibles fácilmente ya que consisten de plástico que ha sido triturado durante años por el mar. Por el momento limpiar estas vastas zonas de manera eficiente es imposible técnica y económicamente por el momento.
Lamentablemente mucha de la fauna marina ingiere este plástico y lamentablemente estudios recientes han mostrado que todas las aves marinas tienen alguna cantidad de plástico en sus estómagos. Es por eso que para mí siempre ha sido muy triste ver las imágenes de la desembocadura del río Motagua por mencionar un ejemplo, donde grandes cantidades de desechos sólidos, la gran mayoría plásticos, entran en las corrientes marinas afectando las playas de nuestro país, de países vecinos y depositando desechos en las corrientes.
Estoy conciente que nuestro país realiza algún tipo de esfuerzos para detener los plásticos, sin embargo debemos hacer más esfuerzos, cada uno de nosotros. Consuma menos plásticos, tire la basura en su lugar, no arroje plásticos a los ríos ni a los mantos acuíferos. ¡Es hora de tomar conciencia ecológica!