La diputada Lucrecia Hernández Mack publicó un tweet irrespetuoso, agresivo y carente de sentido común. Se refirió al presidente Alejandro Giammattei de forma peyorativa por la discapacidad física que padece, a consecuencia de la esclerosis múltiple que lo aqueja. Un error inadmisible sobre todo cuando proviene de una funcionaria con esa investidura.
“Congreso rechaza veto presidencial al 15-2020… *sale a calentar el muletazo por cadena nacional”. Está claro que habría un millón de formas de cuestionar a Giammattei respecto a, todas luces tardía disposición. Pero, Hernández se fue por la vía más cómoda: la descalificación por la circunstancial discapacidad del presidente.
Aclaro, para evitar las malas interpretaciones, que no soy simpatizante del dignatario, es más he hecho públicas algunas de las consideraciones por las que creo que él se ha equivocado en algunos aspectos relacionados a la gestión de la crisis suscitada por el COVID-19.
Tampoco tengo nada en contra de la bancada Semilla, la cual integra Hernández Mack. De hecho, aún me quedan algunas expectativas de lo que espero pueda hacer esa agrupación como una minoría de oposición en el Congreso de la República. Tendremos que esperar para ver si no termina por decepcionar a sus votantes.
Las redes sociales son plataformas que tienen fines: lúdicos, recreativos, informativos, de catarsis, entre otros. Lo que no podemos negar es que las mismas constituyen palestras mediáticas donde comunicamos ya sea cuestiones personales, institucionales o políticas.
Las redes sociales dan entonces voz a los que históricamente no la han tenido. En esta era moderna un influencer digital, que en el pasado no habría tenido ninguna oportunidad de serlo, puede tener más seguidores y ser mucho más visto en sus redes que un funcionario o político.
Pero, no podemos obviar que en la arena mediática y política los funcionarios están mayormente expuestos. Esto debe ser gestionado con responsabilidad, ética y coherencia.
En ese contexto, Hernández Mack se equivocó, lo sabe, sus capacidades cognitivas le dan por mucho para comprender el tamaño de su error. Ahora solo debe reconocerlo y ofrecer una disculpa pública. Eso tampoco bastará, porque una disculpa no borrará de tajo el hecho de que sea una persona que discrimine. Si lo hizo con el presidente podría hacerlo con cualquiera, porque en redes sociales muchas veces mostramos nuestra verdadera piel.
Eso no significa que Hérnandez Mack no pueda tener aciertos, seguro los tiene y personalmente espero que sea capaz de redimir con su trabajo, tan lamentable equivocación.
En verdad deseo que cuando ponga las sienes en su almohada, reflexione respecto a esa descalificación y que con un ejercicio introspectivo honesto intente superar los prejuicios ante personas que presentan alguna discapacidad.
Pues no servirá de nada que se disculpe por simple compromiso político, sino repara en su equivocación más allá de la figura agredida, y reflexiona que su mensaje pudo ofender a muchos que al igual que Giammattei necesitan dispositivos que les faciliten su movilidad. Espero con sinceridad que la parlamentaria haga este valioso y necesario ejercicio de autocrítica y aprenda a discernir entre un argumento para cuestionar a un político y otro para descalificar con bajeza. Diputada si lee mis letras, acójalas con humildad y comprenda que no es un reproche caprichoso ni mucho menos una defensa oficiosa de un presidente que tiene muchas falencias, por el contrario, responde a la necesidad de coherencia que tiene la clase política del país y a las altas expectativas que muchos tienen respecto a usted. Demuestre que se trató de un desliz, rectifique y no lo vuelva hacer.