Cuando nace un bebé, también nace una madre. La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres después de haber dado a luz.
¿Qué sienten las madres? Sentimientos de tristeza profunda, ansiedad y cansancio que les dificulta, en algunos casos, vincularse positivamente con su nuevo rol.
Es importante que como entorno, ya sea esposo, suegra, madre o conocido, sepamos cómo tratar este padecimiento desde la empatía y el respeto.
Constantemente, cuando las madres se encuentran en este período, escuchamos comentarios como:
“¿Por qué estás triste, si lo tienes todo?”
“Realmente deseabas a tu bebé”.
“¿Qué te sucede?”
“¡No llores!”
“Si lloras, le hará mal a tu bebé”.
“No te entiendo”.
Lo primero que hay que saber es que el puerperio es uno de los períodos con mayor riesgo de presentar trastornos del estado de ánimo. Las estadísticas lo dicen: cerca del 85 por ciento de las mujeres presenta algún tipo de alteración del estado del ánimo durante este período.
La depresión posparto es la complicación psiquiátrica más común del período posnatal.
Sus principales síntomas son: sentimientos de tristeza, inestabilidad emocional extrema, irritabilidad, fatiga y llanto. Incluso, los expertos hablan que la depresión posparto se puede presentar durante el primer año de vida del bebé.
Como entorno, ¿cómo podemos tratar a la madre?
No la llenes de comentarios sin sentido. No le preguntes por qué está triste, porque seguramente te dirá que no lo sabe. Ofrécele información y apoyo. Llorar no le hará daño a su bebé, más bien no hacerlo le podría causar daño a ella.
No hagas que comprenda que su nuevo rol es maravilloso porque no lo va a comprender, debido al estado mental en el que se encuentra. Un abrazo, una palabra de ánimo y que sepa que es totalmente normal por lo que pasa, hará que se pueda sentir mejor.
Propicia su descanso y el vínculo que tiene con su bebé. Si tiene dificultades con la lactancia, busquen a un experto para solucionarlas.