Esta es la historia de Emilia, una niña de 13 años víctima de maltrato infantil por parte de su mamá. Relato tuvo acceso a la sentencia y esta es la historia narrada en primera persona:
Hola, soy María Emilia. Tengo 13 años. Cuando era muy pequeña mis padres se separaron. Siempre tuve una buena relación con los dos a pesar de que ya no estaban juntos. Aunque debo confesar que me gustaba pasar más tiempo con mi papá porque coincidimos en muchos gustos en común y mi relación con él siempre fue de lo mejor.
Siempre le había expresado a mi mamá el deseo de estar con mi papá e irme a vivir con él. Conforme fueron pasando los años las discusiones entre las dos se volvieron más violentas. Ella no soportaba que yo, incluso, mencionara el simple hecho de querer irme de la casa con él.
Cada día me golpeaba más y sus palabras eran más hirientes.
Una noche, la última que estuvimos juntas en la misma casa, yo le reclamé y le dije que quería irme a vivir con mi papá, ella como solía hacerlo cada vez que teníamos una discusión parecida me golpeó. El daño físico que me hizo lastimó mi rostro y parte de mi cuerpo. Ella abrió varias heridas en mi piel y en mi corazón.
Luego me enteré, que lo que ella hizo es un delito que contempla el código penal en el artículo 150 y que a mi corta edad podría denunciarlo porque mi voz al igual que la de los adultos es importante.
Mientras ella me había quitado el celular con ayuda de una persona que vivía con nosotros llamé a mi papá para que me auxiliara. Él llegó por mi y al verme golpeada me abrazó con fuerza y me dijo que todo iba a estar bien.
Entonces caminamos al juzgado para informarnos de qué hacer. Allí le otorgaron una custodia provisional y yo hice una denuncia formal en contra de la persona que debería ser la más importante en mi vida: mi mamá.
En el expediente del caso, queda constatado que se me hizo un examen forense en donde, por medio de un reconocimiento médico legal, se determinó que tenía golpes de hasta 12 centímetros en partes importantes de mi cuerpo, incluida la cara.
En el expediente judicial están las fotos de los 11 moretes que tenía el día que fui a poner la denuncia. Los peritos que atendieron mi caso entre psicólogos y médicos dictaminaron que se me hizo un daño físico y psicológico que me marcará para toda la vida.
De mi depende que esa marca sea algo que me haga ser alguien en la vida, después de esta experiencia tengo un sueño: quiero ser abogada.
Hoy cuento mi historia y quiero decirte que si tu estas pasando por lo mismo, puedes denunciarlo, aunque seas menor de edad. No permitas que nadie te maltrate y que vulnere tu dignidad así sea la persona que más amas.
*Para proteger la privacidad de la víctima se cambió el nombre.