Cuando hablamos de los cristianos usualmente solemos referirnos a una persona que es amable, servicial y pacífica pero SOLO CON LOS OTROS CRISTIANOS. Si tienen que interactuar con personas afuera de su congregación, su actitud y carácter cambian. Muchos dejan de ser pacientes, beningnos, no se comportan con mansedumbre, ni con gozo, ni con templanza.
Si bien los seres humanos somos imperfectos y bajo ciertos reflectores negativos nuestra fama puede ir de mal en peor, los Frutos del Espíritu son un buen indicador para conocer si el cristianismo es real y no inventado.
En los últimos años, ciertos líderes políticos en el mundo han mostrado su apoyo a la comunidad cristiana, aliándose con ciertas iglesias y sus líderes buscando el apoyo popular, el voto… ¿pero realmente son cristianos o solo lo están diciendo para ganar nuestro apoyo?
Sobran las historias de pastores de reconocidas iglesias que tienen más fama que fruto, de servidores de iglesias con secretos macabros. Esta guía, avalada por la Biblia, es un buen “termómetro” para conocer si alguien realmente se comporta como un cristiano o solo está fingiendo para ganar la simpatía de la comunidad de creyentes.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
Gálatas 5
Lo contrario a estas actitudes también está allí mismo en Gálatas 5:
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
Es importante reconocer que como seres humanos, vamos a equivocarnos ¡y mucho! pero en general, los Frutos del Espíritu deberían estar presentes la mayoría del tiempo. Si eres cristiano, espero que esto te haga considerar que debes trabajar en tu carácter para reflejar los frutos necesarios que nos identifican. Y no solo con los de tu congregación, sino con todos, aunque no fueren cristianos como tú.
Esta guía también se hace fundamental para identificar a esos “falsos profetas” que vienen buscando nuestro apoyo como comunidad, apelando a un falso sentido de pertenencia. Solo porque dice que es cristiano, no significa que lo sea en realidad.
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