El primer día del año seis mujeres murieron por hechos asociados a causas criminales, tres de ellas consecuencia de arma de fuego, una más por arma blanca y dos fueron asfixiadas. Así arrancaba, la hasta el momento jornada más sangrienta para el género femenino en Guatemala.
Cifras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses –Inacif– dan cuenta de que del 1 al 24 de enero 57 mujeres han sido ejecutadas en el territorio nacional, lo que significa que en promedio más de dos mujeres mueren diariamente por hechos criminales.
Del total de víctimas 34 murieron a consecuencia de arma de fuego, 4 por arma blanca y 19 por diferentes tipos de asfixias. Solo en cuatro de los primeros días de enero no se han registrado ejecuciones: el 3, 6, 9 y 23 de enero. En contraposición los días más violentos fueron: el 1 de enero, con 6 ejecuciones, el 22 con 5 y el 18 y 20 con cuatro víctimas respectivamente.
Entre las víctimas se encuentra Luz María del Rocío López de 25 años, quien laboraba como investigadora del Ministerio Público y que localizada el 22 de este mes en una alcantarilla en la zona 2 de la capital. La funcionaria había sido reportada como desaparecida dos días antes.
El sábado pasado Jorge Rafael Zea Mejía, esposo de la investigadora, fue detenido por ser el principal sospechoso del crimen. De hecho, el Ministerio Público solicitó su aprehensión por el delito de femicidio.
La violencia en contra de las mujeres motivó una movilización de rechazo en la plaza de la Constitución el pasado domingo. Según ONU Mujeres, en Guatemala la tasa de homicidios es de 9.7 por cada 100 mil habitantes, una de las más altas de América Latina.
demás, el país registra decenas de mujeres y niñas desaparecidas diariamente, las cuales se denuncia mediante las alertas Alba – Keneth e Isabel – Claudina.
En un panorama que luce desolador para las mujeres en el país, es imperativo fortalecer los protocolos de atención a la mujer víctima de violencia, para prevenir más ejecuciones. También es necesario agilizar las investigaciones para detener a los presuntos responsables, ponerlos tras las rejas y enviar un mensaje de que estos crímenes no podrán quedar en la impunidad.