Hace poco un amigo compro un aparato para hacer jugos “detox”. Lo pongo entre comillas porque tengo opiniones al respecto que en otro relato comentaré. El tema es que este amigo subió una foto de los ingredientes de su jugo: 1 manzana, 2 naranjas, ½ zanahoria y jengibre. El esta muy abierto al tema de comer más saludable y constantemente me pregunta temas relacionados con alimentos y por eso decidí comentarle que el jugo tenia mucha azúcar, natural, pero igual mucha. A lo que respondió “no es para mi y ya no se si creerle a rosmarelato”, cómo se refiere a mi cuando me pongo mi sombrero de nutricionista. El tomó un año sabático y estuvo en Europa por casi un año y me comentaba que a diferencia de Sur América, donde vive, la tendencia ahora es de alimentarse mejor con alimentos de calidad, a diferencia de Chile donde el tema va más con consumir menos calorías y a veces esto va de la mando de productos sintéticos y procesados. Y es de aquí que sale la idea del siguiente relato.
¿Qué es una caloría?
Lo que generalmente llamamos “calorías” es en realidad kilocalorías (kcal), las encontramos en la etiqueta nutricional de los alimentos. “Es una unidad de medida del contenido energético de los alimentos”.
En términos sencillos, las calorías son energía necesaria para moverse, respirar, pensar, contracción de el corazón, mantener gradientes eléctricos sobre las membranas celulares, etc. A nivel molecular, muchos de estos procesos se llevan a cabo por medio de reacciones químicas que necesitan de esta energía que aportan las calorías.
¿Qué es más importante, calidad o cantidad?
En teoría, nuestro peso se ve determinado por el balance energético: calorías ingeridas – calorías gastadas. Si el resultado es negativo bajamos de peso, si es positivo subimos y si se mantiene igual no pasa nada.
De ahí que parte la propuesta que para bajar de peso es necesario 1) consumir menos alimentos para reducir el aporte de calorías y 2) hacer ejercicio para gastar esas calorías ingeridas. En países como México y Chile, segundo y noveno países más obesos del mundo, sin duda alguna el tema de consumir menos calorías es fundamental. En la mayoría de los casos se puede observar que la cantidad de alimentos ingerida supera a las necesidades del organismo y es de suma importancia la reducción calórica como parte de su tratamiento para la reducción de peso, de la mano de aumentar la cantidad de actividad física.
Hablando en números, si mi gasto energético diario es de 1800 calorías, pero yo consumo 2,000, matemáticamente voy a ir subiendo poco a poco de peso. Desde el punto de vista termodinámico Una caloría es una caloría.
Sin embargo, las respuesta en el organismo si varia dependiendo de la fuente de esta energía. El metabolismo y las reacciones hormonales que cada cuerpo ejerce después de comer ciertos alimentos va a ser distinta y varia entre individuos. Ejemplo: 100 calorías de papalinas producen una respuesta completamente diferente que 100 calorías de lechuga.
La fructosa es un tipo de azúcar que se encuentra de forma natural en algunos alimentos como la fruta y de forma agregada como jarabe en gaseosas. Consumida en exceso, puede causar resistencia a la insulina, lo que eleva los niveles de insulina y esto envía la señal al cuerpo de que se debe “guardar grasa”. También estimula más la liberación de la hormona ghrelina que estimula el apetito. Por eso el jugo de mi amigo que les mencionaba al inicio no era una buena idea, porque la fruta es alta en fructosa. En pociones pequeñas no hay problema, pero si me tomo un licuado es como tomar agua con azúcar. Es cierto es natural y tiene muchas vitaminas y minerales, lo cual es fantástico, pero también se debe de considerar la respuesta en el cuerpo ante una bomba de azúcar. Ahora, consumir esa zanahoria, esas dos naranjas y la manzana del jugo de mi amigo por separado en distintos momentos del día, no causa el mismo efecto. Entonces también debemos considerar la distribución de lo que consumimos.
Cualquier exceso es malo. Si puede haber “mucho de algo bueno”, y no necesariamente significa mejor. Comer una papaya al día de seguro tiene un impacto negativo en la salud, aunque la papaya sea buena, pero en exceso es otra historia. Así como un producto sin calorías, no necesariamente es mas saludable como lo compartí en un relato anterior (Sin calorías, NO necesariamente significa más saludable). Y ni hablo de los alimentos altamente procesados, comida rápida y chucherías pues esos idealmente no deberían ser parte de la dieta diaria. De vez en cuando no hacen daño, pero mejor de lejos.
En conclusión los tipos de alimentos en los que basamos nuestra dieta son tan importantes como la cantidad y distribución en la que los consumimos. Y en mi opinión, entre más natural y libre de alimentos procesados sea la dieta, mejor para la salud, no solo para el peso.