Levantarse cuando el sol aún no ha salido se ha vuelto cada vez más común para cientos de guatemaltecos que madrugan por trabajo o estudios.
Salir a las 5:30 a.m. es como hacerlo a una hora pico, en las carreteras ya se observan largas filas de vehículos, los buses también van llenos y no se diga de la gente que camina por las calles.
Pero lejos de verlo como un problema o un sacrificio, ¿sabías que madrugar puede traerte muchos beneficios?
Solo el hecho de tener la fuerza para ganarle a esa voz interior que te dice otros cinco minutos más por favor y esas ganas de darte la vuelta en la cama, enrollarte en las sábanas para seguir durmiendo, ya es un gran paso. Pero lo más importante es que puede contribuir no solo con nuestro rendimiento, sino con tu salud física y mental.
Madrugar te hace comenzar tu día con energía, lo cual contribuye con tu ánimo y buena actitud, también sentirás que el tiempo te rinde más.
Y si dedicas unos minutos al ejercicio o a la meditación, verás que los resultados son todavía mejores.
Verás que si madrugas, no te estresarás en el tráfico, ya que vas con suficiente tiempo de anticipación, si vas en bus también puedes ir más tranquilo.
Llegar temprano a la U o la oficina también te provocará tranquilidad, tu mente estará relajada y te permitirá organizarte mejor. Contrario a lo que ocurre cuando te levantas tarde, ya que vas peleando con e tráfico y prácticamente llegas indispuesto e incluso de mal humor a tu destino, lo cual perjudica no solo tu salud, sino tus resultados ¿te ha pasado? Incluso puedes poner en riesgo tu vida al conducir a excesiva velocidad.
Algo que nunca debe faltar en tu día es el desayuno, así que aprovecha que madrugas para comer, ya sea en tu casa o al llegar a tu destino. El desayuno es la comida más importante del día y aunque debido a las carreras de la mañana hay mucha gente que no desayuna, es importante que siempre dediques un tiempo para comer algo nutritivo.
Antes que salga el sol
Gladys González, quien trabaja y estudia, dice que se levanta todos los días a las 4:30 a.m. para poder hacer un poco de ejercicio y llegar antes a su oficina para desayunar. Los viernes hace un doble esfuerzo para salir temprano de su trabajo y llegar anticipadamente a la U.
“Ahora madrugo más porque cada vez hay más tráfico, me levanto antes que cante el gallo como dicen, porque me di cuenta que eso me ayudaba más que cuando me levantaba más tarde y siempre llegaba tarde a la oficina, la verdad siempre me mantenía de mal humor y sentía que todo me salía mal, pero ahora también procuro acostarme un poco más temprano”, agrega.
Danny Ovando, estudiante universitario también optó por madrugar. “Entro a la U a las 8:00 a.m. y aunque era literalmente imposible para mí pensar en madrugar, porque no me gusta madrugar, ahora es parte de mi rutina diaria, aunque los fines de semana duermo hasta las 10:00 a.m.”, dice.
Para Carlos Ramírez, quien trabaja en un call center, madrugar era casi imposible, pero comenta que a partir de unos meses, hacerlo ya no es difícil para él, ya que en su trabajo y en su vida en general, ha obtenido mejores resultados.
Y a ti, ¿Te gusta madrugar?