Viajamos 163 Kms de la capital hacia Santa Cruz del Quiché, cabecera de Quiché, pasando por las caprichosas y peligrosas curvas y ganchos del área. Manejamos otros 32 Kms de terracería para llegar a un pueblo olvidado y sumido en la pobreza llamado San Bartolomé Jocotenango, habitado por unas 16 mil personas. Es impactante que el 51% de sus habitantes reporta desnutrición crónica y que el machismo es tan marcado que los hombres prefieren que sus esposas mueran en sus casas por un parto de alto riesgo antes de llevarlas al hospital.
Viven, no así para los políticos
Al llegar Centro de Atención Permanente, CAP, de “San Bartolo” como le dicen al municipio, nos topamos con Andrés Baten de 3 años 10 meses. Estaba en una cama con su mamá María Ramírez, de 23 años, y su hermanita; su mirada triste, decaída y su rostro pálido distaba al de un niño sano.
Andrés ingreso al CAP pesando 21 libras, después de un mes de tratamiento subió a 22, su caso es como el de miles de guatemaltecos que viven en extrema pobreza. Al entrar al área de encamamiento y al verlo le pregunté a la madre ¿qué come el bebé? Y respondió “tortillas con sal y agua”. Comprendí el porqué tiene desnutrición aguda y no alcanza el peso ideal para su edad, 35.2 libras.
En el 2015, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional dio a conocer la situación de 29 comunidades del municipio. 17 reportaron desnutrición crónica MUY ALTA, rubro al que pertenece San Bartolo
Muerte durante el embarazo
La desnutrición no es el único mal, la morbilidad y mortalidad materna son un fenómeno que deja muerte y orfandad. La pobreza es un factor, otros el machismo desmedido, la falta de educación y la cultura.
San Bartolo tiene 94 comadronas quienes atienden la mayoría de partos, los que presentan complicaciones los refieren a los centros de salud, pero los esposos no dejan que sus mujeres salgan de sus viviendas. El doctor Fredy Yancoba, director del CAP, explica que es frecuente la postura de los hombres. Recientemente agentes de la PNC tuvieron que intervenir para trasladar a una mujer con complicaciones de su casa al hospital de Quiché.
Yancoba nos narra otro caso de hace unos meses cuando una comadrona reportó, en secreto, el grave estado de una embarazada con trabajo de parto. El personal del CAP llegó a la vivienda y convenció al esposo para trasladar a la mujer al Hospital de Santa Elena Quiché. Se logró salvar a la madre y al hijo como se muestra en la foto.
Durante nuestra visita se registró otro caso más de riesgo de mortalidad materno infantil, el doctor Yancoba envió a un colaborador del CAP a persuadir a la familia de la necesidad de atención médica, la cual no fue aceptada. A nuestro regreso el personal iba a tratar de comunicarse con la comadrona y con el esposo quien se encontraba en la capital, aunque por teléfono indicó que sus hijos anteriores nacieron en su casa e igual tenía que ser en esa ocasión, que lo iba a pensar.
Los pobladores tienen la creencia que ante la gravedad del parto la mujer morirá y es mejor que suceda en casa. Las capacitaciones a las comadronas como las brindadas por voluntarios y salubristas del área evidencian de que las mujeres con partos complicados regresan a sus hogares con sus hijos en brazos, se constituyen en ejemplos para botar el mito pero el machismo es fuerte y la mujer sumisa.
Cada familia tiene alrededor de 8 a 10 hijos, quienes habitan en esta área que es parte del corredor seco, lo cual dificulta las siembras, solo en invierno florecen. Es una población que produce manías, frijol, maíz y algunas verduras; sin embargo, venden sus productos y acostumbran comer tortillas con sal. El poco dinero de sus ventas, muchos lo utilizan para comprar aguas gaseosas y chucherías.
Una carretera los separa
Ser un pueblo olvidado dificulta la disminución de la pobreza. Para el Concejal Pedro Yax y para el Síndico Cecilio Meza, 32 Kms. de terracería los separa del desarrollo, esta es la distancia a Santa Cruz del Quiché. Son años solicitando al gobierno de turno dicho asfalto que les facilitaría comercializar sus producciones.
Estos 32 Kms. los tiene alejados de la posibilidad de que opere el transporte público, los pobladores llegan a la cabecera departamental por microbuses que cobran Q10 por viaje; una población en pobreza no puede pagar eso diariamente (Q20) Quienes salen de 3º básico les es casi imposible estudiar una carrera, la cual no hay en el municipio.
Santa Cruz del Quiché tiene 750 Kms. de carreteras y caminos de acceso hacia sus comunidades, solo 15 Kms están asfaltados, el resto son casi intransitables para invierno. Quizá políticamente no es conveniente asfaltar estas carreteras, pero humanamente es obligación estatal. Muchos funcionarios perdidos en la corrupción han olvidado que han sido contratados para servir a sus pueblos. Como Andrés hay muchos ¿hasta cuándo?
