Víctor no podía respirar, al alcalde no le importaba
Su rostro reflejaba molestia y angustia.
Víctor no decía nada, mientras su cara era enrollada con una cinta adhesiva, la cual presionaba su nariz, boca y los ojos.
No sabía qué hacer, desesperado quería quitarse el tape de la boca y apenas podía hablar para decir que no podía respirar. Incluso desde el cuello de la camisa hasta la cabeza tenía pegada la cinta.
El alcalde de Patulul, Edgar García Monroy, su patrón era quien tenía más participación y le daba órdenes a Víctor para que se dejara colocar la cinta.
Lo ponían a posar frente a la cámara con un cigarro en la boca, a inhalar el humo que apenas podía aspirar y desechar. Mira el video, en el que humillan a Víctor
El joven de 20 años recibía apodos como el de depredador y sicario.
La fótica le decían y obediente se paraba recto y miraba a la cámara, no tenía otra alternativa.
Sus ojos achinados veían como todos a su alrededor se reían de él.
Y con desesperación se llevaba las manos a la cara para partir el tape que lo asfixiaba.
Víctor obedecía a todo porque el alcalde mandaba, desde niño su familia, muy humilde, le permitió trabajar en la finca del alcalde para ganar un poco de dinero y sobrevivir cortando zacate para alimentar el ganado del jefe edilicio.
Era de noche y Víctor en ningún momento mostró una sonrisa que demostrara que se estaba divirtiendo con lo que le hacían.