Muchos crecieron con ellos, convirtiéndose en parte de la familia con el paso de los años. Sin embargo, los empleados domésticos tienen su propia familia y necesidades. En Guatemala, no hay registro exacto de cuántos trabajadores domésticos hay. El Convenio 189 de la OIT define el empleo doméstico como “el trabajo realizado fuera o dentro de uno o varios hogares”.
Las labores que se pueden incluir son limpiar la casa, cocinar, lavar, planchar ropa, cuidar niños, ancianos o enfermos de una familia. Además, se incluye la jardinería, vigilancia de la casa, conductor, incluso cuidar animales domésticos. La Asociación de Trabajadoras para el Hogar a Domicilio y de Maquila (Atrahdom) y el Sindicato de Trabajadoras Domésticas (Sitradomsa) estiman que hay alrededor de 250 mil mujeres que se dedican a los oficios de la casa. Sin embargo, menos del 1 por ciento reciben cobertura del Seguro Social.
Además del inconveniente de la cobertura médica, los trabajadores domésticos enfrentan salarios bajos y horarios indefinidos.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi 2016) nueve de cada diez trabajadores domésticos son mujeres en el país. Resalta que una de cada diez son jóvenes, indígenas, inmigrantes internas, la mayoría desplazadas por los polos de exclusión y violencia en el territorio nacional.
Treinta años trabajando
Un ejemplo claro de lo difícil que es el trabajo doméstico es el de Sara Vásquez, quien a sus 46 años continúa planchando ropa. Desde los 16 tuvo que conseguir un ingreso monetario debido a la falta de oportunidades laborales y académicas.
Originaria de Jalapa, se mudó desde pequeña a Santiago Sacatepéquez. Al no contar con el apoyo de sus padres, solo pudo cursar la primaria y dejó las clases por el trabajo.
Treinta años después, Sara se dirige a la capital una vez a la semana para trabajar un par de horas en una casa. Ello, con el objetivo de poder ayudar a mantener a sus cuatro hijos, dos de ellos aún menores de edad.
Sin embargo, Vásquez indica que hace algunos años aún trabajaba de lunes a viernes, de 7:00 a 16:00 horas. Por lo que recibía únicamente Q1,100, que es menor al salario mínimo.
Además, comenta que nunca ha contado con Seguro Social, ni cualquier otro beneficio. Algo que le hubiera servido hace varios años cuando una bala perdida la hirió en el brazo, minutos después de salir de la casa en donde laboraba.
“La herida fue tratada por los bomberos y pasé alrededor de 14 días en el hospital”, dice Vásquez. Luego, de más de 20 años trabajando con un horario establecido, Sara decidió dejarlo y ahora se dedica a comprar objetos de reciclaje como las latas de aluminio.
“Lo más difícil de este trabajo es con los niños, no de los patrones, los propios”, resalta Sara. Dejó a sus hijos al cuidado de alguien, para poder trabajar.
Una nueva opción
Debido a las necesidades para el acceso a un seguro de salud, de bajo costo y accesible para trabajadores del hogar, nace una nueva opción para proteger los intereses de los guatemaltecos: Qüilo Hogar. Surgió en 2016 como una iniciativa para atender la falta de acceso a seguros de salud de bajo costo. En 2018 comenzó operaciones con su primera línea, Qüilo Business, posicionándose como una de las mejores alternativas para proteger a los trabajadores operativos de empresas.
En 2019 lanza su segunda línea, Qüilo Hogar, el primer seguro de salud para los trabajadores del hogar en Guatemala. Funciona por medio de una plataforma que permite cotizar y comprar un seguro de manera fácil. Cuenta con planes que van desde los Q59 por persona al mes hasta planes familiares más completos de Q139 mensuales. Cada plan se adapta a las necesidades de los usuarios, sin cargos escondidos y fáciles de pagar.
Dichos programas se pueden obtener en línea, ingresando a hogar.vivequilo.com y creando una cuenta utilizando Facebook o un correo electrónico. El proceso se completa entre tres a cinco minutos y el seguro se activa en un máximo de 48 horas hábiles.
“La misión Qüilo es proteger y atender a personas que tradicionalmente son invisibles ante el sistema de salud y prevención en Guatemala”, menciona Diego Rivera, fundador y CEO.
Los seguros están dirigidos a colaboradores con ingresos de entre Q1,000 y Q3,500 mensuales, en un rango de 18 a 65 años. Los planes incluyen servicios de atención completas de asistencias médicas y seguros de accidentes. Además, exámenes de laboratorio, imágenes de diagnóstico, ambulancia, servicios dentales y asistencia funeraria.
Qüilo Hogar logra ofrecer estos planes en alianza con Seguros Universales, teniendo una red que incluye a más de 1,300 médicos en todo el país.
Sus derechos
El trabajo doméstico está respaldado por el Código de Trabajo, desde el artículo 161 al 166. En ellos se establecen los derechos y las obligaciones del trabajador y del patrono.
Aquí te compartimos algunos artículos:
Artículo 161. Trabajadores domésticos son los que se dedican en forma habitual y continua a labores de aseos, asistencia y demás propias de un hogar o de otro sitio de residencia o habitación particular, que no importen lucro o negocio para el patrono.
Artículo 162. Salvo pacto en contrario, la retribución de los trabajadores domésticos comprende, además del pago en dinero, el suministro de habitación y manutención.
Artículo 163. El patrono puede exigir al trabajador doméstico antes de formalizar el contrato de trabajo y como requisito esencial de este, la presentación de un certificado de buena salud expedido dentro de los treinta días anteriores por cualquier médico que desempeñe un cargo remunerado por el Estado o por sus instituciones, quien lo debe extender en forma gratuita.
Artículo 166. Son también justas causas para que el patrono ponga término al contrato, sin responsabilidad de su parte, la falta de respeto o el maltrato notorio del trabajador doméstico para las personas que habitan la casa donde se prestan sus servicios y la desidia manifiesta de este en el cumplimiento de sus obligaciones.