“Lo más difícil fue encontrar un lugar donde aceptaran a nuestros gatos”.
Ian Santander vive junto a su hermana y en las últimas dos semanas han tenido que dejar su casa para ir a vivir en un Airbnb.
“Mi hermano tiene COVID-19, en el hisopado salió negativo y lo tuvieron que ver dos doctores, ambos llegaron a la conclusión que era un falso positivo, ya que tenía todos los síntomas del nuevo coronavirus”.
Su cuñada y su hermano están aislados, ambos a pesar de estar estables temen contagiar a sus suegros. “Él vive junto con su esposa en un apartamento arriba de la casa de sus suegros, que son personas de la tercera edad”. “A raíz de todo eso mi cuñada no quería tenerlos allí para evitar que se contagiaran y nos pidió si se podían ir a nuestra casa”.
El coronavirus vino a cambiar el modo de vida de todo el mundo y para Ian, quien se ha visto afectado por la crisis económica ha tenido que sacrificar más para mantenerse libre de COVID-19. “Con mi hermana hemos estado en cuarentena desde el principio. Para apoyar a mi hermano aceptamos tener a sus suegros en nuestra casa, pero decidimos no quedarnos por seguridad de ellos y nosotros”.
Guatemala ya supera los 14 mil 800 contagiados por COVID-19 y durante abril, 20 mil 659 personas estuvieron aisladas para no propagar más el virus. “Tuvimos que alquilar un Airbnb mientras mi hermano y su esposa se recuperan de coronavirus”.
Un gasto que ahorita puede representar un duro golpe para la economía de Ian junto a su hermana. “Uno pensaría que los precios iban a bajar por la crisis económica, pero no es así, ya que siguen igual o que no habría variedad de lugares para alquilar, pero es todo lo contrario”.
“Lo más difícil fue encontrar un espacio donde aceptaran a nuestros gatos”.
Desde casas y apartamentos, los host en Guatemala que tienen sus propiedades en Airbnb aún tienen la esperanza de generar ingresos ante esta pandemia. “El precio que estoy pagando es de US$35 la noche en un apartamento en zona 15 y aceptan mascotas”. “Yo trabajo en la industria audiovisual y ahorita está detenida y hay clientes que no tienen dinero para pagar los trabajos ya hechos”.
“Por el momento he usado mis ahorros durante estos meses y la tarjeta de crédito, espero que pronto todo se normalice”.
Un negocio que se mantiene
El negocio del Airbnb en Guatemala se mantiene de una manera estable, pero con menor afluencia en el alquiler de las propiedades.
Evidentemente, la crisis económica es un factor primordial para que los dueños de propiedades no hayan percibido un ingreso alto en sus alquileres.
Rodrigo Pacheco, CEO de la empresa Chema, que presta servicio de hosting y administración de Airbnb en la zonas 1, 15, 10, Carretera a El Salvador y zona 13, asegura que a pesar de la pandemia hay gente que sigue rentando propiedades. “A finales de marzo y abril el negocio del hosting se empezó a estabilizar, ya que empezó a cambiar la dinámica de las rentas”. “A nosotros nos empezaron a alquilar personas extranjeras que se habían quedado varadas en el país”.
Un negocio que sigue operando para las diferentes necesidades de los clientes. “Tenemos un salvadoreño que trabaja para una empresa de El Salvador que tiene oficinas en Guatemala y por esa razón nos alquila una propiedad durante todo el mes”. “También hemos tenido parejas que han sido expulsadas de sus casas por problemas maritales y buscan un lugar para pasar la noche”.
Últimamente ha habido parejas que deciden pasar el fin de semana en un Airbnb para liberarse del estrés que se vive en la actualidad.
En los últimos 3 meses la empresa de Rodrigo ha tenido un 45 por ciento de ocupación de las propiedades. “De un 90 por ciento de ocupación bajó a un 45 por ciento en los últimos 3 meses”. “También nos pasó que el dueño de una propiedad nos dijo que nadie lo usara en estos momentos, lo cual obviamente nos ha impactado en nuestros ingresos”.
El sitio donde la empresa de Rodrigo posee más afluencia de clientes es en el centro de la ciudad capital. “La zona 1 es donde hay más clientes y sí hemos tenido que realizar una rebaja del 20 por ciento en todas nuestras propiedades”.