Desde el inicio de la “nueva normalidad” en Guatemala, muchas han sido las interrogantes en cuanto a la forma de trabajo de los buses colectivos, tanto de rutas cortas como de rutas largas y el posible incremento al cobro de pasaje.
Con la apertura de la economía, varias personas demandan el regreso del transporte para movilizarse a sus empleos, para evitar gastar en taxi o arriesgarse en los vehículos saturados no autorizados y sin medidas sanitarias.
La mesa de negociación para reactivar el transporte propuso un subsidio de Q2.50 que el Gobierno tendría que dar a los empresarios por cada pasaje, exoneración de multas y dejar fuera de circulación las unidades en malas condiciones para retornar a las actividades.
Sin embargo, esta última, provocó negativa en la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua), quienes señalaron que mantiene un registro estimado de 2 mil 929 buses rojos, de los cuales un 30 por ciento tendría que quedar fuera de circulación de llevarse a cabo dicha medida.
Buses rojos
Edwin Amaya, de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua), dijo que un 90 por ciento de los transportistas están listos para operar, aunque aún están a la espera de concretar los acuerdos para reiniciar las operaciones con las condiciones necesarias para trabajar.
Amaya comentó que aún no hay una fecha establecida para que las unidades puedan operar, debido a que no se han definido los acuerdos entre las autoridades y los transportistas.
Costos de tarifa
Gamaliel Chin, presidente de la Gremial de Transportistas de Rutas Cortas, afirmó que a raíz de que los buses solo podrán ser ocupados en un 50 por ciento, la tarifa podría ser de Q10, esto mientras dure la pandemia.
Indicó que unas 900 unidades son las autorizadas para comenzar a prestar el servicio en municipios de los departamentos, que se presume será el 11 de septiembre para los municipios del sur y del oriente del departamento de Guatemala, como en Chimaltenango y municipios aledaños.
Mientras tanto, para los buses rojos, Amaya dijo que parte de los acuerdos que buscan concretar es que se autorice una tarifa que compense el porcentaje de ocupación.
“Obviamente se deben ir remodelando las unidades o sustituirlas, porque el problema es que la población pide que pongamos unidades en óptimas condiciones pagando Q1 y eso es imposible aquí y en cualquier parte del mundo”.
Edwin Amaya.
Protocolos de seguridad
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), por medio de la Defensoría del Usuario del Transporte Público, durante la verificación de los ensayos realizados por los buses de rutas cortas que se dirigen de Villa Nueva, Villa Canales y San Miguel Petapa, hacia el Centro Sur, destacó los siguientes hallazgos:
Los autobuses cuentan con separadores y guías en las puertas.
Los pilotos solicitan a los pasajeros el distanciamiento social.
Al momento de abordar, un inspector de la empresa de autobuses toma la temperatura a las personas con termómetro digital.
En el acceso a los autobuses se colocaron dispensadores manuales de alcohol en gel para los usuarios.
Hay rotulación donde se indica el uso obligatorio de las mascarillas, la aplicación de alcohol en gel, así como la prohibición de comer y beber dentro de las unidades.
Los asientos cuentan con señalizaciones de donde pueden sentarse los pasajeros.
Los pilotos cuentan con equipo de protección personal, como mascarillas y caretas protectoras, además de un plástico que los separa de los usuarios.