Tras poco más de un año de encierro y con una crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19, solo una vacuna podía ser la solución de una vuelta a la normalidad. Las grandes potencias del mundo buscaban encontrar una cura que permitiera inmunizar a las personas y recobrar una vida normal antes de la época de los confinamientos y el miedo.
Hoy, cientos de laboratorios, farmacéuticas y gobiernos han hecho realidad la vacuna y han llevado a cabo grandes campañas de vacunación para proteger a la población. Sin embargo, el acceso a una dosis se ha vuelto complejo para los países en vías en desarrollo como Guatemala.
El gobierno de Alejandro Giammattei apostó por el mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contar con acceso a las dosis de la vacuna del coronavirus. Pero, tras varios meses de haber llegado las vacunas, el ritmo de aplicación se convirtió lento e ineficiente.
Las vacunas de AstraZeneca comenzaron a venir a Guatemala varios meses después del período estipulado por las autoridades para comenzar las campañas de vacunación. Sin embargo, la poca agilidad en la aplicación de dosis a la población pone en peligro que las pocas vacunas que se encuentran en el país puedan caducar.
La ministra de salud, Amelia Flores, confirmó el pasado 12 de mayo durante una citación con la bancada Compromiso, Renovación y Orden (CREO) en el Congreso de la República, que cerca de 321 mil 600 dosis de la vacuna de AstraZeneca caducarán en Junio. Flores minimizó la situación afirmando que “no se perderían debido a que la vacunación comenzaría el 13 de mayo.”
Laboratorio de Datos GT, una plataforma dedicada a la “divulgación científica y de datos para mantener informada a la población”, compartió estadísticas y proyecciones en el proceso de vacunación en Guatemala ante el peligro de la pérdida de las vacunas de AstraZeneca. El informe asegura que tomaría hasta 46 días administrar las más de 331 mil vacunas que siguen sin ser utilizadas por parte de las autoridades.
La plataforma también asegura que se han recibido más de 658 mil 200 dosis hasta 15 de mayo, 603 mil 200 de ellas de AstraZeneca. Hasta el fin de la primera quincena de mayo, solo se habían utilizado 271 mil 708 vacunas para brindar la primera dosis a los pacientes, pero no se habían administrado ni una como segunda dosis.
El lento avance de las autoridades de salud pone en peligro la vuelta a la normalidad
A pesar de que todos los departamentos cuentan con varios puestos de vacunación disponibles para administrar las dosis a la población registrada dentro de la Fase II para la inmunización, el paso continúa siendo lento. Denuncias ciudadanas han mostrado cómo los espacios que son utilizados por los doctores para brindar la vacuna deben compartir con actividades municipales. Así sucedió en Mixco, cuando usuarios en redes sociales mostraban cómo una clase de Zumba de la municipalidad se realizaba una hora antes de que las personas comenzaran a recibir sus vacunas.
Otra de las quejas de la población ha sido el horario dispuesto por las autoridades para administrar las dosis. No todos los centros de vacunación funcionan durante el fin de semana y cada uno tiene un horario propio. Según las autoridades de salud, la rotación de horarios se debe a la reposición del tiempo para el personal.
Según una estimación de Laboratorio de Datos, se deberían dar hasta 95 mil dosis cada día para poder inmunizar a todos los mayores de edad. Incluso, para finalizar en 2022, se tendrían que administrar 35 por día. “Al ritmo actual tomará ocho años” destaca el reporte. Actualmente, las dosis administradas por las autoridades de salud no superan las 20 mil dosis al día.
¿Crees que se deberían ampliar los horarios para la administración de la vacuna en los distintos puestos de salud del país?