Por Andrea Moll
Desde la llegada de la pandemia, que llegó en marzo del 2020, el horario de la Ley Seca cambió. Lo que comenzaba a la 1 de la mañana y terminaba a las 7 de la mañana, pasó a lo que sería la disposición definitiva de horario de 21 horas a 6 de la mañana. El propósito era evitar los accidentes producidos por conductores alcoholizados que saturaran salas de emergencia y hospitales destinados en especial, por la situación, a pacientes contagiados de Covid-19 o que presentan malestares mayores en consecuencia del mismo. Además, se buscaba evitar las reuniones grandes en donde las personas no utilizaran mascarilla y no siguieran las medidas sanitarias (de manera individual), sabiendo que estas reuniones o fiestas grandes se daban más que todo en los horarios nocturnos.
Sin embargo, la Ley Seca con este último horario no detuvo realmente las reuniones o accidentes. Las reuniones si bien no siguen en los establecimientos, continúan en casa y las personas optaban por salir o por comprar sus bebidas antes de la hora de cierre. Por esto mismo, la población no ve a la Ley Seca como una medida eficaz que combate la propagación Covid-19. Javier Fernández*, dueño de bares, mira la Ley Seca como una excusa y justificación de parte del Gobierno para poder decir que están tomando acción realmente.
Muchos representantes de restaurantes y bares en Guatemala, como Javier Fernández demostraron su descontento ante los cambios en el horario de la Ley Seca, que llegó incluso a comenzar desde las 6 de la tarde. Horarios como esos mantenían a diferentes establecimientos prácticamente cerrados y sin posibilidad de tener ganancias. Tanto restaurantes, como bares y ventas de bebidas fueron profundamente afectados y dañados por los cambios que debieron enfrentar ante la pandemia. Entre ellos tener que cerrar esporádicamente, además de tener que reducir horarios y ventas.
“La ley seca nos mató, nuestras ventas se redujeron a menos del 50% de lo que vendíamos antes. Debíamos de pagar rentas, impuestos y tenemos más de 100 empleados a los que tuvimos que reducirles sus salarios. Ellos fueron muy buenos y entendieron la situación.”
Javier Fernández* (Dueño de bares)
Los propietarios de esos negocios aseguran que sus establecimientos pueden ser focos de contagio, pero así mismo lo son los mercados, los centros comerciales, los gimnasios y otros. Se ha observado que las cifras de contagio no han presentado ningún cambio, aseguran. Por otro lado, están también de acuerdo en que hay medidas que pueden ser utilizadas como mecanismo de prevención ante el riesgo de contagios, tales como: Mejoras en el sistema de vacunación masiva, de esta manera los establecimientos pueden exigir el carné de vacunación a clientes potenciales como requisito para entrar a los restaurantes o bares, de esta manera reducir el porcentaje de contagios mortales.
Además de estas “nuevas medidas a aplicar”, existen indicaciones sanitarias que ya todos los establecimientos deben de seguir por ley: Tomar la temperatura de los clientes y aplicarles gel antibacterial o alcohol al entrar; el uso obligatorio de mascarilla por parte de los empleados en el restaurante y la limpieza y desinfección constante de los establecimientos, entre otras medidas que hacen de estos lugares algo más seguro para todos los clientes.
Luego de 20 meses de esta crisis, para sorpresa de empleados y dueños de negocios, el miércoles 10 de noviembre, por orden del Presidente, se publicó en el Diario de Centro América el Acuerdo Gubernativo 214-2021 en el que se anuncia que:
“Se prohíbe el expendio y consumo de bebidas alcohólicas fermentadas o destiladas, de lunes a domingo de las 23:00 horas del día que concluye a las 6:00 de la mañana, del día siguiente, en los establecimientos comerciales abiertos al público, cualquiera que sea su categoría o naturaleza, incluyendo discotecas, restaurantes, comedores, centros nocturnos, cantinas, bares, expendios de dichas bebidas, hoteles, moteles o pensiones; así como supermercados, automercados, abarroterías, tiendas de conveniencia y establecimientos comerciales similares”
A 5 días del cambio de horario muchos establecimientos de alimentos y bebidas incrementaron ventas y han comenzado a recuperarse de la crisis generada por el Covid-19. Tanto dueños como empleados han percibido la mejoría en sus negocios, desde el punto de vista económico, donde con pocos días de haber cambiado el horario las ventas han incrementado.
Javier Fernández* relató las dificultades que pasaron él, su familia y sus empleados a raíz de la pandemia y la imposición de Ley Seca a las 21:00 horas. Para su negocio fue 1 año y 8 meses de vender la mitad de lo que vendían antes de la pandemia, sin mencionar los cierres esporádicos, que para Javier significaba no comer esa semana dados todos los pagos que debía realizar. Sin embargo, todo mejoró con este nuevo acuerdo.
“Con el cambio de horario nuestras ventas incrementaron un 30%, en este momento estamos vendiendo el 80% de lo que vendíamos previo a la pandemia. Estoy empezando a pagar rentas atrasadas.”
Javier Fernández*
Tanto dueños como empleados se vieron afectados por esta crisis. A muchos empleados se les redujo el sueldo y estas no contemplaban como una opción razonable renunciar pues conseguir trabajo durante la pandemia era casi imposible. Llegado el nuevo horario, se les abrieron las puertas a muchos con oportunidades laborales, que les permitirían llevar pan a sus hogares.
“Cuando cambio el horario nuestro jefe hablo con nosotros y nos aumentaron el salario, solo este último fin de sema subimos bastante las ventas, estamos muy contentos y agradecidos porque nuestro sacrifico valió la pena”
Jessica Pérez* (mesera)
Jessica también mencionó que a pesar del cambio de horario, ninguna persona ha perdido la responsabilidad de seguir las medidas de seguridad. El negocio donde trabaja se preocupa de mantener todo lo más limpió y seguro tanto para clientes como para ellos. El nuevo horario llegó para beneficiar a todos los establecimientos, que desde que comenzó la pandemia habían tenido más perdidas que ganancias y sacrificaron muchas cosas para poder mantener sus negocios, empleados y familias de pie.
Finalmente, con el cambio de horario estos establecimientos disfrutan de una mejoría económica y esperan seguir mejorando cada día. Por otro lado, los clientes también disfrutan del cambio pues pueden seguir teniendo reuniones hasta las 11 de la noche en los lugares donde gustan pasar el tiempo.
“El que la Ley Seca iniciara a las 9:00 pm obligaba a que las reuniones comenzaran antes y que la gente se tomara sus tragos más rápido. En estos pocos días que cambió hemos podido quedarnos hasta más tarde y ya cada quien irse a su casa cuando acaba la fiesta.”
Marcela Ruíz (cliente)
Este horario ha permitido una mejora en la economía de estos establecimientos, pero también ha traído beneficios para sus clientes. Ahora dueños y empleados quedan a la espera de que con el tiempo, la Ley Seca siga reduciéndose hasta que llegue a ser como era antes.
“Cuando la Ley Seca vuelva a estar hasta la 1 de la mañana, si Dios quiere comenzaremos a vender nuestro 100% de nuevo”
Javier Fernández*
Los establecimientos y su economía se levantan poco a poco a medida que las disposiciones del gobierno han ido cambiando, con ellos se levantan también empleados con mejoras en su sueldo, pues reciben más propinas. Incluso personas sin trabajo tienen más posibilidades de conseguir un empleo en restaurantes o bares. Ahora existe la esperanza de lograr una mejora y el crecimiento que tanto temíamos no recuperar.
