Todos los días en nuestro país, lastimosamente se viven cosas lamentables, muertes, violencia y muchos secuestros, algunas personas son encontradas, otras tristemente no regresan. En esta oportunidad, Sofía vivió momentos de terror al ser casi secuestrada y se salvó por su propia cuenta.
Pidió un vehículo por una aplicación
Sofía es una estudiante de universidad, tiene 26 años de edad y trabaja en un call center que se ubica sobre la Calzada Roosevelt. En un día de trabajo como cualquier otro, ella pidió un vehículo por medio de una aplicación, para poder llegar de su casa a su destino. El vehículo se tardó un poco en llegar, hasta que al final lo hizo.
“Yo todos los días pido transporte por medio de esta app, no me ha dado ningún problema, hasta este día, comenzó todo muy raro, el conductor se tardó casi media hora en legar a mi casa, cosa que no me paso antes”
Sofía vive al final de la calzada San Juan, de su casa a su trabajo se hace aproximadamente media hora sin tráfico. Pidió su transporte y según la aplicación, llegaba en 10 minutos a su casa, pero se tardó mucho más. Cuando se subió, el tiempo en el mapa informaba que llegarían en 25 minutos, así que todo marchaba en orden.
“Cuando me subí al carro, observe al conductor, era un señor de aproximadamente 35 años, gordo, con tez morena y con poco bigote, no me saludo ni nada, solo me dijo que si tomábamos la ruta que decía el mapa y le dije que si”
Luego de unos kilómetros, el conductor recibió una llamada, comenzaban los segundos de terror.
“Comenzó a sonar su celular, el conductor sin avisarme respondió, lo correcto es que no lo hagan porque están trabajando, pero él contestó. Empezó a decir cosas, como que en 30 minutos llegaba, no sabía de qué estaba hablando hasta que empezó a decir esto, “Tranquilo vos, todo marcha bien, solo te cuento, lleva una falda, tacones negros, una blusa blanca con un detalle en la bolsa de enfrente, el pelo lo tiene color tal y tiene ojos tal, lleva una mochila de tal estilo y color”. Me estaba describiendo a mí” comenta.
Sofía al escuchar eso, no sabía qué hacer, hasta que en un semáforo le agradeció se le ocurrió agradecerle al conductor e inventar una mentira para bajarse.
“Le dije que me había equivocado de carro, abrí el carro y me salí, solo me recuerdo que corrí a un restaurante que estaba cerca”
Tiempo después, le pidió a un amigo que la llevara y así pudo llegar a su trabajo. Al llegar, reportó al vehículo y al conductor.
Si eres de esas personas, tanto a hombres como mujeres, que utilizan este tipo de servicios por aplicaciones, tomen sus precauciones cómo:
- Mandar su ubicación en tiempo real
- Llamar o avisar a alguien que acabas de subirte al vehículo, dile las placas y el nombre del conductor.
- Fíjate bien en todos los detalles, desde el estado del vehículo hasta la imagen del conductor.
- Lee las reseñas de los viajes que realizó ya el conductor que te ofrecerá el servicio.