Si eres fanática del futbol sabrás que hace unos días se vivió un momento histórico ante la partida de Lionel Messi –el mejor jugador de la historia contemporánea–, del Barcelona, el equipo donde se desempeñó durante 21 años.
Para quienes no se enteraron, se los resumo así: Messi debía renovar el contrato para prolongar su historia con el club, sin embargo, pese a su deseo –que quedó al descubierto cuando aceptó rebajar su salario a la mitad–, se produjo el dramático aviso que esa renovación no se llevaría a cabo.
Días después vimos una de las imágenes más conmovedoras de esta historia: con lágrimas en los ojos Messi anunciaba su marcha inminente.
Los fanáticos le pasaron factura al presidente, quien usó la imagen de Messi para ganar la presidencia y manifestó que la permanencia del argentino era una prioridad para su gestión. Ahora le atribuye la responsabilidad a los malos manejos de las juntas anteriores que tienen al club endeudado.
Al final, Messi es un ser humano y verlo llorar mostró que pasar por un proceso donde te dan la espalda es algo duro. Ni todo el dinero, ni todos los logros o gestiones del agente –su propio padre– le ayudaron a quedarse. Parece que hay cosas que el dinero no puede comprar.
¿Alguna vez en tu vida has sentido que te echan de la vida de alguien, de un trabajo o de un grupo? Creo que todas hemos vivido situaciones de rechazo. Ojalá en esos momentos de dolor pudiéramos ver la foto completa para encontrarle la lógica a ese trago tan amargo.
Examinar lo que pudo provocar ese rechazo es un paso indispensables. Sin afán de quedarnos llenas de culpa, es importante reconocer qué hice o dejé de hacer para que me “echaran”. Esa reflexión nos llevará a sacarle provecho a lo que estamos viviendo.
Que nos echen o despidan de una relación no es algo que se dé solo en un vía, una relación es de dos, así que si las cosas no salen como se planean, quizás ambos no están sintonizados para aportar lo necesario para hacer que las cosas funcionen. Incluso en un matrimonio.
En el área laboral, un rechazo o un despido puede tener muchos significados. Ahora en tiempo de pandemia, la situación económica de las organizaciones se ha visto complicada y eso ha hecho que muchísimas personas se queden sin empleo. Esta es una razón de peso que nos puede quitar un tanto la presión.
El rechazo en un grupo de amistad es algo frecuente. La compatibilidad de temperamentos, aspectos culturales y emocionales hacen que la convivencia con las amistades sea compleja y termina mal.
Antes de dramatizar nuestros rechazos, pensemos en las veces que hemos rechazado a alguien y los motivos que nos llevaron a tomar esa decisión y aunque quizás no fue fácil, era necesario ¿verdad?
No sé cuántos rechazos has vivido, pero estoy segura que volverás a vivir algún otro y sé que también los superarás. Si sabes sacar provecho de cada uno podrás crecer como ser humano. Dicen que se aprende más de las experiencias amargas que las dulces.
Aunque sé que estamos lejos de la realidad de Messi, su capítulo cerró más o menos así. Lo contrataron en un equipo de la liga francesa, la Ciudad luz vivió una algarabía poco frecuente con su llegada, en 24 horas logró vender casi 800 mil camisetas con su nombre, el estadio lo ovacionó en su presentación, el presidente que lo contrató lo llenó de halagos y el Barcelona todavía no ha dimensionado lo que perdió.
Aproximadamente un mes antes de todo este dramático final o principio, Messi ganó la copa de oro con su selección argentina. Las cámaras mostraron el momento en que sostiene su teléfono para entablar una videollamada con su esposa y sus hijos. Su esposa también estuvo en primera fila para pasarle un pañuelo que le ayudara a secar sus lágrimas en la despedida del Barcelona.
En medio de tu propio panorama observa quiénes se han quedado contigo, toma nota de las personas que siempre están, que no te rechazan, sino que te aprecian en las buenas y en las malas.
Todos los seres humanos necesitan una familia donde los miembros nos conozcan como somos y aun así nos amen, acepten y se queden a nuestro lado. La familia termina siendo el apoyo incondicional que nos llena de fuerzas para seguir adelante. Pero como todo es en dos vías, cada uno de ellos espera que los aceptes como son.
Si estás viviendo por un proceso de rechazo piensa en Messi, si lo rechazan a él tarde o temprano nos rechazarán a nosotras, quién quita que lo que viene es mejor que lo que teníamos. ¿Quién dice que tu historia no puede ser igual?
Usa el dolor como una piedra en tu camino, no como una zona para acampar.
Alan Cohen.