No lo olvidamos
Este hecho ocurrió, como ya sabemos, por malos tratos a las menores que habitaban el lugar, así como protestas de su parte. Actos que llegaron a tal extremo, que resultaron en un fuego que se descontroló y calcinó a 56 niñas, dejando muertas a 41 y con quemaduras graves a otras 15, cuyas vidas nunca más serán iguales.
Guatemala no tiene ni puede olvidar este caso. Es muy fácil seguir bajando en la página, decir “ay, pobrecitas” y olvidarlo cinco minutos más tarde con el próximo video o nota que veamos. Así se nos va la vida en internet, nos duerme, nos vuelve indiferentes. Pero bien dicen que el olvidar hará que los actos se repitan. No podemos seguir adelante con tragedias como estas, pasarlas inadvertidas, no hacer nada al respecto.
En este Día de la Mujer, vale la pena recordar a esas niñas que perdieron su vida intentando salir de un sistema que las trataba como un número más.
El país necesita menos lamentos y más acciones, comenzando con dar aportes positivos, unirnos, y dejar a un lado el individualismo. Esa vez fueron 41 niñas, pero… ¿Qué pasará mañana? O sin ir tan lejos, muchas tragedias ocurren hoy y no siempre hacemos algo al respecto.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) emitió un comunicado en el cual solicita al Congreso, candidatos presidenciales, alcaldías y actuales autoridades, implementar medidas concretas para que la tragedia del Hogar Seguro no vuelva a ocurrir nunca más.
Una de las soluciones que presenta Unicef, es culminar con la institucionalización de los niños y adolescentes, el camino que se toma de forma regular para quienes son víctimas de violencia y abusos.
Contrastes
Con este tipo de tragedias, ocasionadas por las malas condiciones en los sitios que albergan a estos niños, probablemente se venga a nuestra mente el positivo papel de las adopciones. Lamentablemente, hay casos en que los niños se han visto más afectados desde su adopción, física, emocional y psicológicamente. Esto nos hace constatar que las adopciones no son siempre la solución a este problema y aunque sí existan personas con buenas intenciones de adoptar, son muy escasas.
Los niños no deberían ser una carga por evadir, ni un problema por deshacer. Se debería de incentivar la responsabilidad en ambas partes de esta historia: tanto en los padres que deciden abandonarlos por cualquiera que fuera el motivo, como los encargados de instituciones que cobijan a los que en realidad no tienen a nadie.
La creación de mejores condiciones radica en el Estado, aunque la creación de mejores vidas radica en aquellos que quieren adoptar de buena fe.
Persisten
A dos años de la tragedia, ocho personas enfrentan juicio penal, aunque son juzgados en dos fases. Se trata de autoridades de la SBS, de la Policía Nacional Civil (PNC), representantes de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y de la PDH.
