Durante el 2020, la economía mundial cambió por completo ante la necesidad de la mayoría de la población de estar en casa en cuarentena. Ante los negocios cerrados, las calles vacías y las empresas estancadas y tratando de llegar a sus clientes vía digital, muchos han quedado desempleados o sin oportunidades laborales.
Sin embargo, esta tendencia aumentó los índices de pobreza en todo el mundo. Cada 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Pero, este 2020, se conmemora esta lucha ante una crisis económica que ha provocado que más personas quedaran en pobreza y pobreza extrema.
Según el Banco Mundial, Guatemala es ahora la quinta economía más pobre de toda Latinoamérica y el Caribe, además de contar con grandes tasas de pobreza y desigualdad. Por otro lado, la pobreza ha creado otros problemas sociales y alimentarios dentro del país, que convierte al país en el sexto con la tasa más alta de desnutrición crónica en el mundo y en Latinoamérica. Solo el 40 por ciento de las familias guatemaltecas cuentan con seguridad alimentaria.
La pandemia también ha generados escenarios negativos para la economía nacional que se contrae con el 5.2 por ciento que la economía del mundo lo hace actualmente en este 2020. En el caso de Guatemala, el Banco Mundial esperaría que nuestra economía se pueda contraer un 3.5 por ciento.
La actual crisis ha puesto en duda la continuidad de miles de micro, pequeña y medianas empresas que representan más del 90 por ciento de los negocios y empleos dentro del sector privado guatemalteco. Ante la falta de demanda, también han caído puestos de trabajo que ha dejado a miles sin ingresos.
“Se prevé que aproximadamente un millón de personas caigan en la pobreza, aumentando la tasa de pobreza del país hasta en 6 puntos porcentuales, que depende de la profundidad y duración de la crisis, así como de la velocidad de la recuperación económica”, asegura el Banco Mundial sobre la situación de Guatemala.
Otro de los problemas generados en el mundo dentro de la pandemia del COVID-19 es el incremento de la desigualdad. La brecha de la tasa de pobreza entre las mujeres se incrementaría hasta un 9 por ciento. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “por cada 100 hombres de 25 a 34 años que vivan en pobreza extrema (con US$1.90 al día o menos) habrá 118 mujeres, una brecha que podría aumentar a 121 mujeres por cada 100 hombres para 2030”.
Según el más reciente informe de ONU Mujeres, de las ideas a la acción: la igualdad de género tras el COVID-19, “la pandemia sumirá a 96 millones de personas en la pobreza extrema en el 2021, de las cuales 47 millones son mujeres y niñas. Como consecuencia, el número total de mujeres y niñas que viven con US$ 1.90 o menos ascenderá a 435 millones”.