El pasado miércoles, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) recomendó ante varios funcionarios incrementar impuestos a la gasolina y al cemento. Esto con el fin de ajustar el Presupuesto General de la Nación, el cual asciende a Q99 mil 700 millones. Y aunque la propuesta ha sido rechazada, este incremento habría afectado de forma negativa la economía guatemalteca luego de más de seis meses de pandemia.
De acuerdo con Marco Livio Díaz, titular de la SAT, quien propuso la medida ante la Comisión de Finanzas del Congreso esto podría ayudar a resolver los problemas tributarios del país. En la reunión, además, estuvieron presentes el presidente del BANGUAT, Sergio Recinos y el ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, y se calificó la medida como “importante para el país y habría que analizar y discutir la propuesta”, aseguró este último.
En el tema del incremento a los combustibles, diversas asociaciones agrícolas aseguran que un incremento al combustible podría golpear de manera negativa los productos alimenticios. “A mayor costo de transporte, mayor precio de venta de los productos de la canasta básica”, aseguran. Por lo que una medida como la que propone la SAT es inviable en estos momentos de crisis que vive el país.
Para Carla Caballeros, de la Cámara del Agro (CAMAGRO), aún no se conoce una propuesta formal y por lo tanto no podría emitir opinión sobre lo dicho por la SAT. Lo que, si deja claro, es que durante el gobierno de Otto Pérez Molina se intentó hacer lo mismo y ellos impugnaron las medidas. “No es lógico el incremento, que afecta directamente a las personas y no solo a las empresas en un momento en que la economía está tan golpeada”.
En el tema de construcción, en un país como Guatemala donde anualmente se construyen 13 mil viviendas al año (Consejo Nacional para la VIVIENDA), el incremento al impuesto del cemento podría provocar una baja en la oferta de hogares. Junto a esta se sumaría la pérdida de empleos de personas que laboran en la construcción, como albañiles y relacionados, que según estimaciones podrían superar los 200 mil empleos directos y 165 mil indirectos.
A las pérdidas por empleos, se suma el déficit de vivienda que tiene Guatemala, el cual, según la CONAVI, asciende a 1 millón 840 mil unidades. De las cuales 391 mil 650 son viviendas que se necesitan para cubrir la demanda y 1.45 millones viviendas que por su mala calidad no son aptas para cumplir con los requerimientos mínimos de habitabilidad.
De acuerdo con Enrique Montano, diputado por el partido CREO, la SAT debe dedicarse a una recaudación eficiente de los impuestos que ya existen. “Combatir el contrabando y a los grandes evasores”. En sus redes sociales aseguró que los ciudadanos: “No tenemos por qué pagar por su ineficiencia o miedo de ir tras los intocables. No a nuevos impuestos!!!!”.
Y aunque un día después del anuncio, por parte de la SAT, el ministro de Finanzas aseguró que no se tiene contemplado un incremento de impuestos, no está del todo claro. A decir del funcionario lo que se dijo durante la reunión fue una revisión a ciertas políticas taxativas, pero que “en ningún momento mencionó que un alza en los impuestos se estaba contemplando”. González Ricci pidió a la SAT pronunciarse por el tema y descartar tal aseveración.
“Antes de pensar en colocar más arbitrios, es necesario que el Gobierno cuente con la confianza de la población sobre el buen uso de los recursos”.
Álvaro González Ricci, ministro de Finanzas.